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Continúan abiertas todas las hipótesis sobre la muerte de Manuela Barbosa, la vecina del municipio pontevedrés de Redondela cuyo cadáver apareció en una finca tras desaparecer en 2021. Los restos de la mujer de 66 años fueron hallados el pasado mes de junio en una finca de Arcade, en Soutomaior Pontevedra.
Ahora, la Guardia Civil investiga y analiza el teléfono móvil de la fallecida en busca de cualquier pista que pueda facilitar la investigación policial.
Según fuentes conocedoras de la investigación, la autopsia todavía no está concluida, pero sí se ha detectado un golpe en el cráneo de la mujer, que tenía 66 años en el momento de su desaparición.
Por todo ello, la investigación continúa abierta y bajo secreto de sumario, y por ahora se desconoce si el golpe detectado en la cabeza fue antes o después de la muerte.
Las mismas fuentes han matizado que no se descarta que la mujer fuese víctima de un homicidio ni que falleciese de forma accidental. Sin embargo, han recordado que en las inmediaciones donde apareció el cadáver estaba la cartera y las joyas de Barbosa.
Asimismo, en la zona también se halló una herramienta sin mango que, por ahora, "no hay evidencia de que fuese utilizada en los hechos".
Además, han añadido que tampoco puede descartarse aún que el cráneo fuese roto de forma accidental por el operario que encontró el cadáver, que estaba desbrozando el campo en ese instante.
Manuel Barbosa desapareció en 2021. La mujer había salido de su casa, ubicada en Redondela, para visitar a su hija en Arcade, pero nunca llegó a su destino.
En junio, sus huesos aparecieron a 200 metros del domicilio de su hija. Además, en la zona se encontró la cartera de Manuela, que contenía varias fotos de la fallecida, así como efectos personales, incluyendo joyas.
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