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Se cumplen seis días de la desaparición de Alejandro Martín Ares, el joven peluquero de 35 años que fue visto por última vez en Ponferrada, en León. La investigación sigue sin arrojar ninguna pista relevante sobre su paradero, algo que preocupa a su familia. Pendientes de la investigación policial, el foco se centra en localizar el vehículo que conducía el joven cuando dejó en casa a las últimas personas que le vieron, unos amigos así como la última señal de su teléfono móvil. Así lo explica al portal web de Informativos Telecinco Pablo Fernández, portavoz de los familiares del desaparecido.
"Entramos en el periodo en el que todas las líneas de investigación están abiertas y la familia empieza a notar el desgaste", explica Fernández que cuenta que la familia trató de contactar con Alejandro poco después de dejar al último amigo en Cuatrovientos, sobre las 15:10 horas del 27 de julio, y que en esos momentos el teléfono ya estaba apagado o fuera de cobertura.
La policía trabaja ahora en analizar los datos telefónicos para conocer el momento exacto en el que el dispositivo se conectó por última vez a una antena de telefonía, tal y como explica Fernández, a la espera de que se reciba más información. La otra gran pista es ese coche que conducía, un Audi A3 gris con matrícula LE7876AD. En la parte trasera lleva una pegatina de color blanco con el logo de la peluquería que regenta en Ponferrada, Fabrik.
"El coche es el punto de referencia, lo que parece más fácil de localizar y para ir descartando cosas. Si se encuentra el coche, aunque en él no esté Alejandro, ya tenemos una pista en la que focalizar la búsqueda", añade el portavoz de la familia.
Hasta localizarlo, no se prevé realizar batidas de búsqueda, contaba el portavoz. Cabe recordar que Alejandro fue visto por última vez el sábado 27 de julio cerca de las 15:10 de la tarde, cuando dejó en una conocida hamburguesería del barrio de Cuatrovientos a un amigo.
Después, se dirigiría al municipio de Camponaraya, a 10 minutos en coche de Cuatrovientos y donde tenía una comida familiar por el cumpleaños de su abuela. Ese trayecto se rastreó desde el primer momento para descartar la idea de que se hubiera producido algún accidente, pero no hubo ningún hallazgo.
En la mañana de la desaparición, Alejandro fue con sus amigos, con los que había salido la noche anterior de fiesta, al pantano de Bárcena, a 10 minutos de Ponferrada en coche. Esa zona se ha peinado con drones en búsqueda del peluquero, sin rastro alguno.
Ponferrada se ha volcado en la búsqueda del joven. "Es una persona extrovertida y sociable, conoce a mucha gente y por eso está habiendo mucho movimiento en los grupos de Facebook y pegando carteles en la ciudad para encontrarlo", explica Fernández.
Según su entorno, Alejandro no estaba pasando un mal momento ni ninguna depresión. "Estaba dentro de la normalidad, no estuvo triste, no tenemos ningún punto al que agarrarnos". La fuga voluntaria, al igual que el resto de hipótesis, siguen abiertas. "De momento todo está abierto", insiste el amigo de la familia.
En el momento de su desaparición, el joven vestía una camiseta blanca, pantalón caqui y playeros grises. Mide 1,80 de estatura, es de complexión delgada, tiene pelo y ojos negros.
Desde SOS Desaparecidos lanzaron una alerta de búsqueda en redes sociales para facilitar su identificación.
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