Ramón busca a su padre, de 85 años, desaparecido en Navahondilla, Ávila, desde el pasado 27 de mayo
Ramón asegura que su padre, Crispín, salió por una puerta abierta; la residencia dice que se escapó usando un palé
El dispositivo policial de búsqueda concluyó, sin éxito, tras seis días en los que se rastrearon unas 8.000 hectáreas
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Lunes 27 de mayo de 2024, Navahondilla (Ávila). Eran entre las 20:00 y las 20:15 horas cuando Crispín Sánchez Madueño, de 85 años, sale de la residencia geriátrica del municipio abulense, entre el cercano pueblo de Sotillo de la Adrada, donde vive su mujer, y San Martín de Valdeiglesias.
Fue caminando en una pista hacia esta última localidad, perteneciente ya a la Comunidad de Madrid, donde un joven que vive cerca del Ayuntamiento de Navahondilla se convierte en la última persona que ve al hombre. A unos 200 metros del citado centro se le pierde la pista.
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Desde entonces, su primogénito, Ramón, dando a conocer el caso y pegando carteles por todas las localidades de la zona, y su nieta Claudia, empleando las redes sociales, se encuentran en una búsqueda incesante por saber algún detalle más que les lleve a conocer su paradero.
La familia no comparte la teoría de la residencia
La residencia, que corresponde a la Junta de Castilla y León, advirtió al hijo hacia las 23:00 de lo ocurrido, señalan, un par de horas antes. Cuando llegó, las únicas personas que le atendieron, nos cuenta Ramón a la web de Informativos Telecinco, fueron una trabajadora que está al cuidado de los ancianos y una señora de la limpieza.
Sin rastro alguno de la directora, la versión que le ofreció el centro de ancianos es que su padre se había escapado utilizando un palé de madera para saltar la valla perimetral y empleando un colchón al otro lado.
Algo que, ciertamente, resulta improbable dado que por donde se hubiera marchado, subraya Ramón, hay aproximadamente 1,70 metros de altura y unas planchas de fibra de vidrio debido a unas obras en las instalaciones.
Ramón, que está muy unido a Crispín, al contrario de lo que le sucede con su madre y con sus hermanas, se muestra convencido de que su progenitor se fue por una de las puertas que permanece abierta, la misma que él se ha encontrado siempre sin cerrar, matiza, cada vez que ha acudido a recogerle.
Poco después, denunciaba la desaparición ante la Comandancia de la Guardia Civil en San Martín de Valdeiglesias. Unas horas más tarde, en la mañana de ese mismo martes, 28 de mayo, comenzaba un amplio dispositivo de búsqueda con helicópteros, drones y perros policía.
Al mismo se unieron familiares, conocidos y voluntarios de Protección Civil que conocen la zona como la palma de la mano. Un operativo que finalizaba, lamentablemente sin éxito, después de seis intensos días en los que fueron rastreadas unas 8.000 hectáreas.
La fijación de Crispín siempre ha sido volver a Madrid
Diagnosticado desde hace unos tres años de demencia senil y principio de Alzheimer, la intención de Crispín, que reconoce a la familia, era abandonar la "cárcel". Así es como se refiere a la residencia cuando habla con su hijo.
Un lugar en el que este alicantino, que el próximo mes de noviembre cumple 86 años, nunca ha querido estar y en el que ha permanecido a disgusto desde que entró, en la Semana Santa de 2022. Prueba de ello es que el año pasado ya se marchó en dos ocasiones.
Tiene una vivienda con parcela muy cerca de allí, en Navahonda, a escasos dos kilómetros, pero su obsesión siempre ha sido, indica Ramón, acudir a la parada del autobús para regresar a Madrid, a la Ciudad de los Ángeles, el barrio del distrito de Villaverde que Crispín tanto añora y donde siente que está su verdadero hogar.
Por ello, sin carnet de conducir, cabe la posibilidad de que se hubiese subido a algún vehículo que le trasladase hasta la capital española, a unos 70 kilómetros de distancia.
En el momento en el que se pierde su rastro, afirma su primogénito, iba vestido con un pantalón de chándal oscuro, un jersey de color verde y unas zapatillas deportivas. Tiene aproximadamente 1,60 metros de altura y unos 70 kilos, según la descripción de SOS Desaparecidos. No llevaba móvil ni dinero pero sí portaba la cartera con documentación.
Por último, destacar que toda aquella persona que viese o sepa algo, puede ponerse en contacto con la Guardia Civil (a través del 062) o con el 112, número de teléfono gratuito de asistencia a la ciudadanía.
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