Dos vecinos de Gáldar, en Gran Canaria, obligados a vender su casa por las agresiones y amenazas homófobas que reciben
Una pareja de informáticos alemanes se ha visto obligada a vender su casa de Gáldar por las agresiones y amenazas homófobas que reciben
La pareja recibe insultos y se ha encontrado la fachada de su vivienda con pintadas homófobas
"Se van por la presión y por todo lo vivido. Es triste", lamenta el letrado de la pareja que ha puesto en venta la vivienda
Llegaron hace apenas un año al municipio canario de Gáldar, situado al norte de la isla de Gran Canaria. Desde que pisaron el municipio, esta pareja de jóvenes alemanes se enamoraron por completo de la isla. Por eso, decidieron comprar una vivienda y dejar todo atrás comenzando una nueva vida.
Completamente ilusionados, esta pareja de informáticos alemanes se hicieron con una cas baja que amueblaron y diseñaron a su gusto.
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El inicio del conflicto: una fiesta en la vía pública
Sin embargo, su idílica vida comenzó a truncarse cuando una noche pidieron a unos vecinos de unas casas colindantes que bajasen la música de la fiesta que estaban organizando. Haciendo caso omiso y según cuenta el abogado de la pareja, los vecinos siguieron con su reunión.
Por eso, la pareja decidió llamar a la Policía que, finalmente, le dio la razón y pidió a los vecinos que terminasen con la fiesta que estaban llevando a cabo en la vía pública.
Fue entonces cuando llegaron las amenazas, los insultos y las pintadas en la fachada de su vivienda.
Los ataques que recibe esta pareja
Según ha contado Carlos Bethencourt, el representante legal de la pareja, a 'Canarias 7', los ataques que han ido recibiendo durante estas semanas varían desde insultos, hasta pintadas en la puerta de su garaje en las que se puede leer "Marica tu puta madre HDP" junto a un pene grafiteado.
Además, esta pareja de informáticos también ha encontrado excrementos de perro en la puerta de su casa y, también, han recibido insultos por parte de un grupo que no fue identificado.
La pareja está completamente "horrorizada", como revela al medio de comunicación canario su abogado. Por eso, la pareja de alemanes ha tomado la decisión de poner su casa en venta y marcharse de la localidad.
"Se van por la presión y por todo lo vivido. Es triste", lamenta el letrado.
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