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Araceli Tamayo, la bilbaína que resultó herida grave en el ataque terrorista ocurrido en Afganistán el pasado viernes, en el que murieron tres ciudadanos afganos y tres turistas españoles (Susana Vilar Bühler, su hija Elena Schröder Vilar -ambas farmacéuticas- y el químico Ramón Bellmas), llega este miércoles a la ciudad de Bilbao en un vuelo urgente tras registrarse un empeoramiento de su estado de salud.
La mujer volará en un avión medicalizado fletado por su compañía de seguros para que comience a ser tratada en un hospital de Vizcaya de las heridas de bala que sufrió en el atentado del Estado Islámico perpetrado en la ciudad de Bamiyán.
Los familiares de Araceli siguen pendientes de su repatriación este 22 de mayo. Según ha confirmado Informativos Telecinco, el plan de vuelo del avión Hawker Beechcraft 1000 perteneciente a la compañía Airlec Air Espace prevé partir sobre las 14:40 horas con la intención de aterrizar sobre las 18:39 horas en el aeropuerto de Bilbao.
La aeronave habilitada para la atención sanitaria tiene previsto partir del aeropuerto francés de Burdeos, donde tiene su base la empresa especializada que ha contratado el seguro, sobre las 21:00 de la noche de martes con la intención de llegar al aeropuerto turco de la ciudad de Samsun, en la costa del Mar Negro, sobre las 02:00 horas de la madrugada.
Allí, en tierras turcas, esperará a que llegue desde Kabul otro avión, también medicalizado, que partirá durante este miércoles con Araceli a bordo. Una vez suba, comenzará el vuelo de regreso a España.
Mientras se atiende al estado de Araceli, respecto a Susana, Elena y Ramón, el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, aseguró que el Gobierno central repatriará también este miércoles los cadáveres de los tres turistas españoles.
Un anuncio que se produjo tras el minuto de silencio convocado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona en la plaza Sant Jaume en memoria de las víctimas. Los hechos están bajo investigación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y bajo secreto de sumario.
Los tres muertos en el atentado eran catalanes: Susana y Elena eran madre e hija, propietarias respectivamente de una farmacia en Barcelona y otra en la ciudad de Terrassa, y Ramón, vecino de Girona, era químico.
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