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Desde el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife continúan los problemas relativos a la acumulación de cadáveres. Si hace unos meses era el Tribunal de Justicia de Canarias el que ahondaba en una investigación sobre estas circunstancias, sin detectar fallos judiciales, ahora los problemas continúan, con decenas de cuerpos hacinados que esperan una autopsia.
La situación se agrava además por las consecuencias más dramáticas de la llamada Ruta Canaria, con muchos cadáveres pertenecientes a migrantes que se embarcaron en el viaje por alcanzar las islas. No solo por la cantidad de cuerpos sin vida que llegan a las costas, sino también por el propio proceso, desde que se investiga, identifica y se decide la autopsia. Es esa espera, --junto a las limitaciones de espacio, la falta de recursos y personal--, la que termina por provocar un auténtico colapso.
Tal como indica el médico forense Ramón Lloret, en declaraciones a Canarias7, medio que se hace eco de este problema, las instalaciones de la delegación de La Gomera del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, donde actualmente solo hay dos cámaras de frío para los fallecidos, han colapsado recientemente con la llegada de tres fallecidos que habían embarcado precisamente hacia las islas.
Esas instalaciones, además, son las que utiliza el Juzgado Único de San Sebastián de La Gomera y las únicas que hay en toda la isla, según detalla Lloret al citado medio, en el que además apunta que los centros privados también la utilizan.
También hay una en el hospital de la isla, pero son para uso hospitalario y, además, según refiere, no se puede emplear en cadáveres de migrantes porque habitualmente presentan un elevado grado de descomposición, pudiendo suponer además un “problema mayor” para el propio hospital.
En esta línea, mientras el médico acentúa que la misma situación se vive en El Hierro, siendo el problema cada vez más acusado en las islas no capitalinas, denuncian que no existe un protocolo claro y eficaz que permita decidir qué hacer cuando se encuentran ante estas situaciones, de colapso y hacinamiento de cadáveres que esperan autopsia.
En La Gomera específicamente, el único puesto de médico forense es justo el que ocupa Ramón Lloret, lo que enfatiza el reclamo que vienen defendiendo de disponer de “más recursos y más personal”.
No en vano, en los últimos meses, con huelga indefinida en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, han reclamado respuestas ante una situación que se perpetúa. En la provincia solo hay 25 médicos forenses y el caos se acentúa a medida que la entrada de cadáveres supera la capacidad existente sin un plan para actuar.
En estas circunstancias, cuando llegan cuerpos sin vida de personas migrantes, llegan a pasar días hasta que el juzgado los identifica y da la orden de salida de los cadáveres. Así, como informa Canarias7, los cadáveres llegan a apilarse.
A todo ello, por si fuera poco, se añade que algunas cámaras también fallan o pueden fallar, lo que complica todavía más la labor y la situación.
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