Esto es lo que sostiene la defensa y la acusación. Un repaso:
La defensa de Daniel Sancho
Daniel Sancho, de los tres delitos que se le imputan (asesinato premeditado, hacer desaparecer el cuerpo y destruir el pasaporte de Edwin Arrieta), solo admite haber ocultado el cuerpo tras descuartizarlo. Sostiene que sufrió un intento de agresión sexual por parte del cirujano colombiano y que este perdió la vida tras una pelea entre ambos. Su defensa, liderada por el abogado español Marcos García Montes, con la colaboración del despacho criminológico y jurídico de Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, y que cuenta con el abogado de oficio tailandés Aprichat Srinuel, afirman que la tesis de su representado es veraz.
Ellos sostienen que las especulaciones sobre el cuchillo empleado, que la autopsia no determine las causas de la muerte y que la lesiones observadas en el cráneo de la víctima puedan ser compatibles con una pelea, favorecen la citada tesis. Tratan de evitar la premeditación. Los letrados destacan también declaraciones de los testigos, como las palabras de Khun Anan, abogado que asistió a Sancho tras ser detenido y del que su familia prescindió los servicios posteriormente, quien ha indicado este viernes que el chef español nunca pronunció los términos "matar y "asesinar".
La acusación, la familia de Edwin Arrieta
La acusación -coacusación junto a la Fiscalía tailandesa- asegura que detrás del asesinato hubo una motivación económica. El equipo de abogados de la familia de Edwin Arrieta, que cuenta con los abogados Beatriz Uriarte y Juan Gonzalo Ospina, sostiene en este sentido que el propio Rodolfo Sancho admitió que el cirujano prestó dinero a su hijo para ayudar a este con sus negocios. Se habla de 250.000 euros, pero se desconoce la cifra con exactitud. Esta deuda es a la que se aferran en su versión de los hechos, un asesinato premeditado.
Los abogados destacan además que Daniel Sancho confesó el asesinato premeditado en primera instancia y que luego se declaró no culpable ante el juez. Para ellos, la premeditación no se sustenta en si el cuchillo analizado en la sala es el que compró o no el procesado o si su camiseta tiene un agujero. Se sustenta en; mensajes que intercambió Sancho con la víctima a través de WhatsApp (para ellos hay complicidad en ese contenido y no hay ese acoso que denuncia la defensa, ni contemplan que hubiera ninguna agresión sexual); en que el acusado compró luego la sierra y los cuchillos, cuando estas compras no son habituales; en que, cuando las autoridades revisaron las cámaras de seguridad, casualmente, observaron que Edwin Arrieta solo estuvo 20 minutos en la habitación de Ko Pha Ngan; y en que Daniel Sancho, justo después, salió de allí con bolsas de basura que había comprado previamente con los restos del cuerpo. Asi lo indico Beatriz Uriarte en 'TardeAR'. Esta jornada, además, uno de los primeros traductores del chef ha afirmado que él cree que "tenía un plan", pero desconoce cuál era.
La Corte Provincial de Ko Samui
La Corte Provincial de Ko Samui está tratando de esclarecer los hechos, incluyendo si pudo haber el citado intento de agresión sexual y si el acusado estaba siendo extorsionado por la víctima, como apunta la defensa. Ambos mantenían una relación, amistosa e íntima o comercial. La acusación cree que es importante que el procesado no confesó en primer momento que le intentaran matar o violar, sino que aseguró haber dado el primer golpe.
Sancho, mientras, insiste en que el golpe mortal fue un accidente durante el transcurso de la pelea (varias fuentes subrayan en este punto que no alertó a los servicios de emergencia, sino que esperó sentado a que falleciera y procesó a descuartizarle). El juicio se retoma el próximo martes.