El 'efecto llamada' en la violencia vicaria: “No es un factor único, no es exclusivo, no es determinante, pero sí es un factor de riesgo"

“Es una realidad que nos interpela diariamente y que es insoportable. Es posible que se esté produciendo una variación en cuanto a la reacción de los machistas, y es atacar donde más le puede doler a una mujer, que es violentando a los niños; generando esa violencia hacia los menores”. Son palabras de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, tras hallarse la pasada noche los cuerpos sin vida de una mujer y sus dos hijos menores en el Prat de Llobregat, Barcelona; un suceso que se investiga como un nuevo caso de violencia vicaria.

Solo unas horas antes de que las autoridades encontrasen sus cadáveres, también supieron que el padre de los niños se había suicidado en la estación de tren del Prat de Llobregat. Dejó una nota en su coche pidiendo perdón. Había asfixiado a su mujer y a sus hijos mellizos, un niño y una niña de solo ocho años. Ni tenía antecedentes judiciales ni tampoco denuncias por malos tratos.

De confirmarse la naturaleza del crimen, tal como todo apunta, serían ya nueve las mujeres asesinadas este año y siete menores, un dato absolutamente terrible, --“intolerable y muy duro”, en palabras de la ministra--, que está activando todas las alarmas.

“Estamos trabajando en distintas direcciones. Por supuesto, un diagnóstico, porque es posible que se esté produciendo una variación en cuanto a la reacción de los machistas, y es atacar donde más le puede doler a una mujer, que es violentando a los niños; generando esa violencia hacia los menores. Tenemos que ser conscientes de que se está produciendo; de que se está pudiendo producir ese cambio en la mentalidad”, ha dicho la ministra de Igualdad, anunciando que tras este suceso y tras la escalada de estos casos en tan poco tiempo esta tarde se ha convocado una reunión extraordinaria para tomar medidas.

“En todo caso, hacer un buen diagnóstico, reforzar todas las medidas a nuestro alcance, reforzar la coordinación con otros ministerios, --fundamentalmente el de Interior--, pero también ser conscientes de que siempre que se produce un avance en derecho, en igualdad feminista, se produce una reacción contraria, y eso es lo que estamos viendo”, ha denunciado.

‘El efecto refuerzo’ de la violencia vicaria

El del Prat de Llobregat sería el segundo caso de violencia vicaria y machista en solo una semana; otra realidad dramática que igualmente ha puesto el foco en la posibilidad de un ‘efecto llamada’; en la idea de que un caso de violencia vicaria pueda desencadenar que otro agresor que esté pensando en cometer un crimen así, finalmente lo desencadene.

Muchos expertos consideran que existe. ‘Efecto refuerzo’ es como lo denomina Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada y exdelegado del Gobierno para la violencia de género, quien entrevistado en Informativos Telecinco ha constatado que no solo es real, sino que hay datos y estudios que también lo sustentan.

“Hay un factor relacionado con el refuerzo que perciben los agresores cuando previamente están pensando llevar a cabo el homicidio, cuando están pensando en asesinar a sus hijos e hijas o a sus mujeres y deciden que esa situación que otro hombre ha llevado a cabo se refuerza con la visión y con la constatación de que se ha conseguido el objetivo que él pretende; luego sí hay un factor que tenemos que tener en cuenta como factor de riesgo”, subraya.

“No es un factor único, no es exclusivo, no es determinante, pero sí es un factor de riesgo que lleva a que se refuercen en la decisión que han tomado para continuar hacia adelante, hacia el homicidio de la mujer o de su hijo o hija”, precisa Lorente.

"La violencia es una conducta racional. Por más que intentemos presentarla como algo fuera de control, los estudios hablan de esa racionalidad, de esa planificación y de esa valoración de las consecuencias", explica, antes de añadir: "Cuando un hombre piensa en suicidarse después de matar, está pensando en matar y luego suicidarse, luego refleja que hay una especie de sintonía con todo lo que es el escenario", señala.

"En violencia de género tenemos que ser muy conscientes de que no estamos hablando de casos aislados sino de un contexto que utiliza el agresor para seguir adelante o no hacerlo. La situación que estamos viviendo en este año 2024 respecto al asesinato de niños y niñas está relacionada. Es consecuencia de esa violencia que ha aumentado contra las mujeres y que el año pasado llevó a que se produjera un incremento en el 18,4% en el número de mujeres asesinadas, luego no estamos hablando de situaciones individuales, sino de un contexto que se está alimentando, fundamentalmente con el negacionismo y presentando a los hombres como víctimas de esa situación social cuando, realmente, son responsables de la misma”, incide.

¿Qué medidas hay que adoptar ante el incremento de esta violencia machista?

“El machismo continúa, la violencia aumenta su intensidad y no estamos igualando la respuesta a las nuevas circunstancias”, dice Lorente, también en una entrevista en RNE, en la que pone el foco en la necesidad de desarrollar una “conducta proactiva” frente a esta lacra.

“No podemos estar esperando a que sean las mujeres, los entornos de las víctimas, quienes den el paso de la denuncia para entonces poner en marcha todo el sistema de protección y de atención”, ha denunciado, apuntando también a la necesidad de detectar también pronto la violencia en niños y niñas, y no solo ya en las mujeres.

A este respecto, la ministra de Sanidad, ha expresado gran preocupación por lo que ha definido como “un problema enorme” y “grave”, pese a todos los avances conseguidos en los últimos tiempos en feminismo.

“Efectivamente, en los últimos años yo creo que se ha producido un buen avance, un avance feminista fuerte, poniendo por ejemplo el consentimiento en las relaciones sexuales en el centro, y esto está provocando una reacción durísima, brutal, que no nos podemos permitir como sociedad”, ha denunciado.

A ello, añade además un agravante: “En las redes sociales, el machismo, --sobre además discursos negacionistas y reaccionarios--, está proliferando como la espuma”. “Hemos visto problemas como el de la pornografía, en el que muchos de nuestros jóvenes y adolescentes se están educando en relaciones afectivo-sexuales”, ha dicho, citando un ejemplo.

Nos estamos encontrando con una ola de neomachismo

“Hay un problema enorme. Yo creo que el problema es grave. Es un problema de sociedad. Esta es una sociedad que avanza hacia la igualdad, que avanza de forma feminista, pero que nos estamos encontrando con una ola de neomachismo; una ola de discursos reaccionarios que ni siquiera reconocen la violencia de género como un problema estructural, y esto finalmente está calando”.

Por eso, ha dicho, “la reflexión tiene que ser muy profunda, el diagnóstico tiene que ser muy correcto, todas las medidas tienen que estar muy bien coordinadas”.

Sin ahondar en cuáles son esas medidas que pretenden abordar, subrayando que antes tienen que hacer ese “diagnóstico” preciso, Ana Redondo ha insistido en que hay que hacer también un  “llamamiento a la sociedad”: “Esta es una cuestión de todos y de todas; nadie está fuera de la lucha contra las violencias hacia las mujeres. Es una realidad durísima y tenemos que ser conscientes de que sin un consenso generalizado, social, político, para acabar con este enorme problema que tiene la sociedad española, no vamos a poder avanzar”, ha sentenciado.

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