En Pontevedra, el juicio por la muerte de Jéssica Méndez llega a su fin. José Eirín está acusado de embestir a la víctima, con su vehículo, a propósito, en 2022. Los testigos de ese accidente han destacado la frialdad con la que él actuó. Como Gema García ha informado desde la Audiencia de Pontevedra, hoy se celebra la jornada final de este juicio por el asesinato de Jessica Méndez. Durante estos se ha visto llegar a declarar a la Audiencia a muchos familiares, testigos y, también, médicos forenses que atendieron a la víctima en su momento. Desde el lunes 11 de marzo hasta hoy 14 de marzo se han vivido momentos de mucha tensión y muy complicados para familiares y allegados de la víctima. Ahora mismo, la Fiscalía pide para el acusado 24 años de prisión.
Como cada jornada de juicio que lo sienta en el banquillo, José Carlos Eirín, acusado de matar a Jessica Méndez en un accidente simulado, ha escuchado a quienes la querían. En la Sala de la Audiencia de Pontevedra, ha oído entre los testimonios el de Belinda, una testigo que intentó ayudar en el accidente. Ella misma recuerda la frialdad del acusado en un momento trágico.
Los conductores que pararon en el lugar del accidente que costó la vida a Jessica Méndez, y que han declarado este miércoles como testigos en la Audiencia Provincial de Pontevedra, han destacado la "frialidad" de J.C.E.I., acusado de haber embestido a propósito con su coche al turismo de la víctima, y han señalado que en ningún momento desveló que la conocía ni les facilitó el contacto con algún familiar.
Así, ha declarado ante el tribunal Belinda, una mujer que viajaba con su pareja y que pararon al ver el siniestro. Esta testigo ha señalado que, al llegar al punto de la colisión, vio salir al acusado de su coche, y le preguntó qué había pasado, si se había dormido al volante o si le dolía algo. "Dijo que no, solo repetía que estaba bien, pero me sorprendió que no estaba nervioso, se quedó allí, observando, con frialdad", ha explicado.
También ha relatado que, poco después, se personó el hermano de Jessica y que se dirigió a J.C.E.I., increpándole y preguntándole "qué le había hecho a su hermana". "Ahí nos dimos cuenta de que conocía a la chica, pero no había dicho nada, ni hizo nada para avisar a la familia", ha explicado esta testigo, que también ha indicado que fueron ella y otros testigos los que se preocuparon de buscar documentación en la guantera y, gracias a unas facturas de un taller, pudieron avisar a este establecimiento y sus responsables llamar a la familia de Jessica.
Sin embargo, la defensa sostiene que el acusado perdió el control del coche en lo que considera un fortuito accidente. La familia de Jessica ha declarado que Eirín la llamaba con números ocultos, la espiaba. Por su parte, la madre y la hermana del acusado lo niegan.
Ahora, José Carlos Eirín declarará el viernes 15 de marzo. No obstante, la Fiscalía pide 24 años de cárcel por asesinato con alevosía de Jessica y agravante de género.
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