Los jugadores intensivos y de riesgo no podrán pagar con tarjetas de crédito ni usar medios de pago de terceras personas desde este viernes, cuando entran en vigor nuevas medidas impulsadas por el Ministerio de Consumo para promover entornos seguros de juego.
Ambas prohibiciones se incluyen en el real decreto aprobado hace un año por el Gobierno con una treintena de medidas para evitar comportamientos problemáticos, principalmente entre los jóvenes de 18 a 25 años, más sensibles a mensajes y patrones de juego inadecuados.
La norma daba un plazo de 12 meses a los operadores de juego para aplicar algunas de las disposiciones, entre ellas las que prohíben a los jugadores intensivos o de riesgo utilizar tarjetas de crédito para evitar deudas imposibles de pagar y les obliga a usar solo medios de pago a su nombre para impedir que puedan generar deudas a terceros (familia, amigos, tarjetas de empresa).
Los jugadores intensivos son los que acumulan pérdidas netas iguales o mayores a 600 euros (se limita a 200 euros en el caso de los menores de 25 años) en un plazo de tres semanas seguidas y serán considerados de riesgo durante los dos próximos años.
Los datos son alarmantes. Según los datos del informe 'Juventud y juego en la Comunidad Autónoma de Euskadi 2021', elaborado por el Observatorio Vasco del Juego este año, un 24,9% de las personas jóvenes reconoce haber jugado a juegos de azar y apuestas en el último año y, a pesar de que la edad legal para jugar y apostar es de 18 años, el 31,8% reconoce que se inició en el juego siendo menor de edad.
Este primer contacto con el juego se produce en compañía, en la mayoría de los casos con una persona de la familia. Además, el 78,6% de las personas jóvenes recuerdan haber visto a sus familiares jugar a juegos de azar cuando eran niños, incluso dentro de hogar.
La industria de las apuestas crece a un ritmo anual de dos cifras en España. En 2022, el GGR (Gross Gaming Revenue) -se trata de la diferencia entre las cantidades jugadas y los premios y los bonos, y es el indicador económico que refleja más fielmente el gasto real de los jugadores- fue de 962,96 millones, un 18,12 % más que el año anterior.
Este crecimiento ha sido constante desde 2012, cuando se inició su registro por la Dirección General de Ordenación del Juego, acumulando en los últimos cinco años un crecimiento del 72,9%.
En paralelo, crecen los jugadores activos. Desde 2015, año en el que se registraron 981.000 jugadores activos, la cifra ha aumentado un 62,38% hasta alcanzar 1.593.000 en 2022.
Los más jóvenes, 18-25 años, se han incorporado con mayor intensidad, registrando un aumento del 52% entre los años 2016 y 2022, seguido por el grupo de 26-35 años. A partir de los 36 años se mantienen relativamente estables.
También desde este viernes quienes inicien sesión para jugar a los denominados juegos de lotería instantánea o presorteada deberán establecer de antemano el tiempo máximo y la cuantía a jugar, sin posibilidad de ser modificada mientras se está jugando.
Cuando se agote uno de los dos condicionantes -tiempo o dinero- se cerrará la sesión, una vez concluya la partida, mano o tirada en curso.
El objetivo que se persigue es que el jugador establezca sus propios límites antes de empezar a jugar, de tal manera que no se vea condicionado por los avatares del juego.
Además, las empresas no podrán enviar a los jóvenes de entre 18 y 25 años actividades promocionales con un fin ajeno a la actividad de juego desarrollada en la web o plataforma. Por ejemplo, invitaciones a partidos o entradas para espectáculos.
Tampoco podrán incluirlos en programas vip de fidelización y estarán prohibidos los mensajes engañosos durante el desarrollo de los juegos, como "casi acertaste", "estuviste cerca" o similares.
Las páginas web de apuestas y juegos 'online' estarán obligadas a enviar al menos cada 60 minutos un mensaje informativo de lectura obligatoria para poder continuar jugando. Estos mensajes contendrán información sobre su conducta de juego durante la sesión, como por ejemplo el tiempo jugado, las cantidades apostadas o las pérdidas netas producidas.
El operador también deberá remitir un mensaje al jugador cuando obtenga un premio y la diferencia entre la participación y el premio obtenido sea superior a los 5.000 euros.
En esa comunicación se ofrecerá al jugador la posibilidad de solicitar la transferencia del importe del premio a través de alguno de los medios de pago que el operador haya establecido.
De acuerdo con el real decreto aprobado el 14 de marzo de 2023, su incumplimiento supondrá multas de hasta 50 millones de euros por infracciones muy graves y la pérdida de la licencia de juego. Para las infracciones graves las multas ascienden hasta un millón de euros y pueden acarrear la suspensión de la licencia de juego durante seis meses.
Esta norma fue aprobada tras la que reguló la publicidad de juegos de azar y apuestas, que frenó la entrada de nuevos jugadores, y con ella se trata de proteger a quienes ya están dentro del mercado y juegan activamente.
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