Vigilante de seguridad, estibadora o directora de una lonja, profesiones para mujeres: la otra igualdad del 8M
Muchas mujeres pioneras en oficios casi siempre dominados por hombre empiezan a derribar clichés, como "es trabajo para hombres"
Conocemos a; Silvia y Esther, vigilantes de seguridad; Ana María, directora de la lonja de Chipiona; y Tamara, estibadora
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Lo de que "es trabajo para hombres" es uno de esos clichés que se empiezan a derribar gracias a muchas mujeres pioneras en oficios casi siempre dominados por hombres. Se han enfrentado a estereotipos y han roto barreras como las siguientes protagonistas. Historias que conocemos de cara al 8M.
"Me han dicho que yo no soy apta, que es trabajo de hombres". Por ser mujer han tenido que escuchar esa frase cientos de veces. Pero son todo un ejemplo. Silvia y Esther son vigilantes de seguridad. Ana María es la directora de la lonja de Chipiona y Tamara es estibadora. Todas, profesiones en las que hacerse hueco como mujer no es fácil.
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Silvia y Esther, Ana María y Tamara, mujeres pioneras, rompen barreras
Pero, pese a lo que han tenido que soportar ("si no fueras una mujer ya te hubiera dado", "que yo a él no le voy a mandar siendo mujer"), luchan cada día por romper con lo establecido. "Yo no me siento inferior al lado de mi compañero", señala Esther, vigilante de Trablisa en el Parc Sanitari Pere Virgili, en Barcelona.
Ana María ahora lleva con su hermana y su hija la lonja de Chipiona. Ha hecho un largo camino para llegar a este punto, aún recuerda sus inicios: "Yo allí era como un mozo entre un montón de hombres. También yo soy de un poquito de armas tomar".
Y Ana María acabó convirtiéndose en la primera mujer en subastar pescado en España hace 40 años. "Para mí es que mi madre es mi referente", cuenta su hija. Ahora además, ayudan a otras mujeres a entrar en su mundo: "Promovimos el primer curso de marineras pescadoras", explica Inmaculada Gallego, administrativa y armadora en la lonja del municipio de Cádiz.
En su caso, Tamara Sanjuan, siempre lo tuvo claro: iba a ser estibadora. "Mucha gente se sorprende. Incluso a veces la propia marinería, cuando te ve ahí arriba colgada". Los tiempos han cambiado: "Antes lo cargaban todo con las manos. Hoy en día ya está todo más automatizado. El trabajo lo puede desempeñar cualquier mujer, perfectamente", sentencia. Ahora, nada les impide llegar a lo más alto.
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