El negocio de los cadáveres destapa la fragilidad del protocolo de donaciones de cuerpos

La Policía Nacional ha desarticulado una organización que se dedicaba a vender cadáveres por 1.200 euros para su estudio en una universidad privada. Entre los arrestados están los dueños de una funeraria que buscaba cuerpos de personas extranjeras sin vínculos familiares conocidos. Con documentación falsa, una funeraria de Valencia se apoderaba de ciertos cadáveres aunque el dueño lo niega y apunta a dos de sus empleados:

"Estoy hecho polvo", confiesa en 'Cuatro al día'. La realidad es que hacían negocio con los fallecidos que no tuviesen familiares, preferiblemente extranjeros para asegurarse que no tenía mayor seguimiento. Posteriormente los vendía a las universidades para su estudio. Y hablamos de cuerpos que tienen que ser donados de manera altruista. De hecho esa donación se tendrá que hacer en vida y firmarse por escrito en presencia de dos testigos. Ese es el procedimiento oficial.

Como señalan desde la USC, cuando recibimos un cuerpo, pedimos el certificado que ha firmado en vida, fotocopia DNI, certificado de defunción, licencia sepultura y se informa al registro civil. Un protocolo que logró burlar la funeraria de Valencia. El problema es la necesidad de que se regularice este proceso de donaciones de cuerpos, que no está legislado. Las universidades piden una legislación más rigurosa para evitar este tipo de situaciones.

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