El jurado popular responsable del veredicto correspondiente al crimen de las 55 puñaladas ha considerado esta tarde por unanimidad que el sospechoso es culpable de los cargos de asesinato que pesan sobre él. Entiende probado por unanimidad que Pedro C. se encontraba con la víctima y de repente iniciaron una discusión. En el transcurso de la misma se ensañó de forma deliberada sabiendo que provocaba dolor más allá de lo necesario para causarle la muerte.
El tribunal popular le considera autor de la muerte de forma “consciente y voluntaria, con golpes y puñaladas”, de forma que se aseguraba de que no sobreviviría y que la víctima trató de huir y no tuvo posibilidad de defenderse.
También considera probado que el acusado se encaró con quieres le increparon para intentar parar la agresión y se muestra desfavorable a una posible suspensión de la pena o a la aplicación de un indulto.
El dictamen del tribunal popular, que detalló las 55 lesiones que el acusado le causó con cuchillo, navajas, un palo y un destornillador de 40 centímetros que provocó una herida mortal, estima que el acusado, consumidor de estupefacientes y alcohol cuando ocurrieron los hechos y que tiene diagnosticado un trastorno de control de impulsos y déficit intelectual ligero, tenía alteradas sus capacidades cognitivas y volitivas cuando cometió el crimen.
Así lo entiende también el Ministerio Fiscal y por ello ha rebajado a 16 años su petición de pena, a la que la defensa ha mostrado su conformidad, al tiempo que suscribe los cambios en las cuantías de las indemnizaciones que percibirán la madre y hermanos del fallecido que propone la acusación pública.
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