¿Qué elementos del coche sufren más por el frío?
La llegada del frío nos afecta en muchos más aspectos de nuestro día a día de lo que parece
Hay que tener cuidado con los coches, porque el frío puede hacer que funcionen peor o incluso que no arranquen
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Con la llegada del frío, cambia por completo nuestra manera de vestir. Guardamos las prendas ligeras y nos prepararemos para plantarle cara a las bajas temperaturas con abrigos, bufandas y guantes. También cambiamos algunas rutinas para evitar que nuestros hogares se queden fríos.
Escogemos mantas más gruesas para taparnos en el sofá, recuperamos los pijamas de invierno e incluso sacamos las sábanas de franela o las bolsas de agua caliente. Prestamos atención a los pequeños detalles, evitando que las tuberías se congelen en las noches más frías.
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Igual que cuidamos estos aspectos, también conviene prestar más atención a los vehículos, porque el frío nos afecta a todos, también a ellos, y hay ciertos elementos del coche que sufren más con la llegada del frío y que merece la pena conocer para asegurarnos de que todo está en perfectas condiciones y la conducción es segura.
Los elementos del coche que más sufren por el frío
No solo las bajas temperaturas influyen negativamente en nuestro vehículo, también otros factores que suelen venir asociados, como la lluvia, el viento o el hielo. Estos son los elementos que más sufren las consecuencias de las bajas temperaturas:
- Batería. La demanda de energía es mayor en invierno, lo que hace que aumente la probabilidad de que la batería falle. Con bajas temperaturas se reduce su eficacia porque el motor ofrece una mayor resistencia al arranque porque los fluidos son más densos.
- Líquidos. Tal y como señalábamos antes, la temperatura puede modificar la fluidez de los líquidos, por lo que es importante tener cuidado con ellos, evitando que se congelen usando productos específicos. El líquido anticongelante es esencial.
- Parabrisas. Es bastante frecuente ver cómo el parabrisas nos recibe completamente congelado a primera hora de la mañana, en estos casos no conviene echar agua caliente sobre el cristal, porque podría romperlo, tampoco rascar con algo metálico porque lo rayaríamos. Lo mejor es usar un descongelante específico y una rasqueta de plástico.
- Elementos eléctricos. Las temperaturas extremas pueden afectar a los elementos eléctricos del vehículo, tanto las temperaturas muy bajas como las elevadas.
- Neumáticos. Es esencial que los neumáticos estén en las mejores condiciones si nos enfrentamos a temperaturas extremas, lluvia o nieve. Su adherencia debe ser perfecta, reduciendo el riesgo de accidentes. Otros elementos de goma del vehículo, como manguitos y juntas, también sufren con el frío, tal y como recuerdan en 20 Minutos.
A la hora de enfrentarnos a las bajas temperaturas, lo mejor, igual que sucede con los seres vivos, es tener un lugar en el que refugiarse, es decir, es preferible aparcar el coche en un garaje o similar. Si no es posible y no queda más remedio que dejarlo aparcado en la calle, se pueden emplear protectores para cubrirlo o armarse de paciencia y tener en cuenta que puede que cueste un poco comenzar el día por la mañana.
Es importante emplear productos específicos para el frío, pero también para el vehículo, porque de lo contrario corremos el riesgo de que se estropee o de rayarlo, por ejemplo, si empleamos sal para intentar descongelar el cristal. En este caso, lo mejor es evitar que los limpiaparabrisas queden en contacto con el cristal por la noche y emplear los productos recomendados por los especialistas.