La madre que intentó matar a sus dos hijos en Manacor (Mallorca) drogándolos con medicamentos el pasado mes de mayo ha confesado los hechos durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial y ha aceptado una condena de 16 años de prisión. La mujer ha reconocido entre lágrimas que suministró benzodiacepinas a los niños, un menor de cuatro años y otra de 14, para que se durmieran con la intención de darles muerte y que trató de asfixiar, hasta en dos ocasiones, a la adolescente. "Mi condena es estar sin mis niños", ha lamentado la procesada.
En su derecho a la última palabra, la mujer ha manifestado que cometió "esa atrocidad" por "un techo que no tenía". "Me quedaban días para irme de casa de mi ex. Mi corazón está destrozado, nunca quise hacerle esto a mis niños. No quería que estuvieran sufriendo tanto insulto y tantas malas miradas. Les amo mucho, quiero que sepan que les amo mucho", ha dicho ante el Tribunal la acusada.
Cabe recordar que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares ha vuelto a convocar este miércoles a las partes después de celebrar la semana pasada una vista. La mujer se mostró dispuesta a aceptar, inicialmente, una pena de 10 años de cárcel por dos delitos de tentativa de homicidio, si bien no fue posible materializar el acuerdo por cuestiones formales.
Finalmente, la Fiscalía ha solicitado para ella 16 años de cárcel por un delito de tentantiva de homicidio (12 años) y otro de lesiones (cuatro años), teniendo en cuenta que las cantidades de benzodiacepinas suministradas a los menores eran bajas para provocar la muerte, y la procesada, que ha admitido los hechos a preguntas del fiscal, ha aceptado la sentencia.
La mujer ha afirmado que obligó a los dos menores a consumir benzodiacepinas y que mientras dormían los menores, trató de asfixiar a su hija mayor en dos ocasiones, primero tapándole la nariz y la boca con la mano y, después, aplicando la técnica del 'mataleón'.
El padre de uno de los menores ha relatado ante el Tribunal que cuando la mujer cometió los hechos, acudió a su habitación y le reconoció que había envenenado a los menores. "He hecho una locura, me he envenenado con los niños", ha asegurado que le dijo. Cabe señalar que los dos, aunque ya no eran pareja, convivían en el mismo domicilio. Tras ello, el progenitor dio aviso a los servicios de emergencia. Durante el juicio ha recordado que su hijo, en un momento dado, llegó a vomitar sangre.
También ha declarado, en calidad de testigo, un agente de Policía, quien ha relatado que se personaron directamente en el hospital, donde pudieron hablar con la hermana de la acusada. Ésta, según ha contado el policía, manifestó a los agentes que había recibido un mensaje de la menor en el que decía que su madre lo había vuelto a hacer. El agente ha añadido que se pusieron, además, en contacto con el padre del niño, quien les contó que estaba en su habitación cuando oyó unos golpes en la puerta, siendo la autora de los mismos la acusada, y que ésta le refirió que se había envenenado a sí misma y a los menores.
Sobre el relato que obtuvieron de la niña afectada, el policía ha rememorado que "narró cómo su madre, estando ella en estado prácticamente narcoléptico, había intentado asfixiarla tapándole las vías respiratorias". "Unos minutos después volvió a quedarse dormida y se despertó con su madre intentando hacerle la técnica del mataleón", ha continuado. Tras ello, haciendo todavía referencia a la versión que les proporcionó la menor, el agente ha recordado que ésta manifestó que se fueron al salón, cenaron y volvieron a la habitación, "hasta el episodio en el que la investigada despertó a su expareja para decirle que había envenenado a los hijos y a ella".
Al respecto del registro que se practicó en el domicilio de la encausada, el agente ha señalado que encontraron una caja de matarratas que fue intervenida, además de "bastantes medicamentos", la mayoría benzodiacepinas. "En el primer informe preliminar los menores dieron positivo en sedantes", ha detallado. La última en declarar este miércoles ha sido una médico forense, quien ha especificado que, en base a los informes del hospital de los niños, las dosis encontradas "eran muy bajas". "No son consideradas como dosis letales".
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 27 de mayo de 2023, en el domicilio familiar. La Fiscalía sostiene que la mujer obligó a sus dos hijos, un niño de cuatro años y una adolescente de 14, a ingerir benzodiacepinas con el pretexto de ser pastillas para los huesos, con la intención de menoscabar su integridad física. Los menores durmieron desde ese momento hasta las 01:00 horas del día siguiente. Supuestamente, la madre trató de asfixiar a la mayor de sus hijos en dos ocasiones en ese tiempo.
En la primera habría hecho pinza sobre su nariz al tiempo que le tapaba la boca; en el segundo intento, presuntamente colocó a la menor sobre ella y le oprimió el cuello con los brazos. La menor despertó y logró zafarse de su madre, debido a su complexión fuerte y sus conocimientos de judo. Los dos menores sufrieron intoxicación medicamentosa y tuvieron que ser ingresados en una UCI pediátrica.
Todo lo apuntado por el fiscal ha sido reconocido este miércoles por la mujer. Además, la madre también había ingerido pastillas y salfumán, y fue detenida horas después. Después de avisar a su expareja, que se encontraba durmiendo en otro domicilio, el hombre dio el aviso a los servicios de emergencia.
En la vivienda los agentes encontraron numerosos medicamentos, así como un paquete de veneno para ratas en cuyo interior faltaba más de la mitad. También sospecharon que, después de sedar a los menores, la madre había hecho la comida para los tres y había vertido en ella veneno para animales. Además de la condena, se ha dictado una orden de alejamiento por 12 años en favor de los menores, así como una indemnización de 6.350 euros, libertad vigilada y que se le retire la patria potestad.
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