Son sólo cuatro los puestos del madrileño Mercado de Torrijos que pueden abrir y seguir despachando a su clientela, después de que este sábado se demolieran las cuatro tiendas que quedaban en la planta alta; donde la Socimi Numulae, que ha comprado la mayoría de la sociedad propietaria del mercado, ha comenzado las obras expulsando a los comerciantes, que son también propietarios de la sociedad.
Los problemas comenzaron hace tres años, cuando se efectuó la venta sin que, según denuncian los comerciantes, se les permitiera ejercer su derecho de adquisición preferente.
Desde entonces el fondo ha ido comprando más participaciones y cerrando puestos, mientras se alarga un proceso judicial que va engordando con las denuncias de estos pequeños propietarios por las presiones que dicen recibir y que esta semana han culminado con el cierre forzoso de la planta de arriba y la demolición de estos cuatro puestos.
No pueden despachar, pero no se rinden, continúan acompañando a los tenderos de la planta baja y, cada vez, con más respaldo vecinal.
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