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Los Testigos Cristianos de Jehová son una "secta" según una sentencia judicial. Aunque es una confesión religiosa reconocida en España desde 1971, ahora la justicia en España los señala por su “control excesivo” de sus fieles y los define como “sectarios”. En nuestro país hay 120.000 fieles de esta religión.
La sentencia de Raquel Chacón, titular del juzgado de Primera Instancia número 6 de Torrejón de Ardoz, admite recurso.
La magistrada señala que los Testigos Cristianos de Jehová imponen un "control excesivo" sobre sus fieles, por su "insistencia" en "conocer detalles" de sus "relaciones", por su "supervisión insistente" de sus vidas privadas y por empujarles a no tener una "relación fluida" con "personas que no compartan su fe", como instrumento de "aislamiento y segregación social", en una sentencia de la que se hace eco el diario El Mundo.
La sentencia tiene su origen un años atrás en una denuncia de la rama española los Testigos de Jehová contra la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová por intromisión en su derecho al honor por el hecho de denominarse así.
Chacón ve verosímil que la confesión controla "excesivamente" a sus fieles "en aspectos que la sociedad española en su mayoría considera positivos, como los estudios universitarios, la relación con personas de distintos credos o los matrimonios de personas con diferentes sensibilidades religiosas". Además, da crédito a las víctimas que aseguran que los Testigos les compelen a no estudiar en la universidad o a no relacionarse libremente con personas ajenas al culto.
La sentencia recoge –según El Mundo- que algunas de las víctimas han declararon que sufrieron "diferentes daños" dentro del culto y también "verdaderos delitos, como son los abusos sexuales o su encubrimiento".
La magistrada también ve probado que los declarantes se sienten "víctimas" de la "justicia paralela" de los Testigos que según la asociación llaman a sus fieles a no acudir a la Justicia ordinaria. Para sustanciar los problemas tienen los "comités judiciales" dentro de cada congregación, en los que tres 'ancianos' -los sacerdotes de este credo- juzgan y sentencian cualquier situación, e imponen sus correspondientes penas "en el nombre de Jehová".
Esta sentencia permitirá a quienes se sientan víctimas de esta confesión religiosa denunciarles como secta. La magistrada argumenta que "el reconocimiento de 'notorio arraigo' [otorgado por el Estado español] no debilita la veracidad de las declaraciones de todos los exfieles y de la Asociación que la denomina como 'secta', atribución que hacen numerosos ex miembros según sus propias experiencias porque está íntimamente relacionada con los comportamientos criticados”.
“No existe ninguna norma en nuestro ordenamiento jurídico que, una vez reconocida oficialmente como confesión religiosa, impida criticar esta condición", argumenta Chacón.
La magistrada considera que la libertad de expresión de las víctimas prevalece sobre el derecho al honor de los Testigos de Jehová y asume que el "abuso de conciencia o psicológico produce daños graves en la salud mental de las personas, de lo que no está exenta ni inmunizada ninguna confesión religiosa, pues, por sagrado que sea el dogma, están aplicados por seres humanos".
Los Testigos de Jehová son considerados en España una confesión religiosa como otra cualquiera. Tiene 120.000 fieles en nuestro país y más de ocho millones en todo el mundo.
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