Según el Sistema Europeo de Alerta Rápida (RAPEX), uno de cada cinco productos no alimentarios que se notificaron como peligrosos en la Unión Europea en el año 2022 fueron juguetes. La mayoría de estas alertas se originaron por la existencia de componentes químicos nocivos o por la posibilidad de que se desprendieran partes pequeñas que pudieran provocar asfixia en los niños.
En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado una serie de consejos para prevenir riesgos derivados de los juguetes que podamos comprar para nuestros menores.
La OCU ha manifestado su inquietud por la falta de consideración de posibles amenazas vinculadas al uso de aplicaciones, videojuegos y juguetes con conexión a Internet en el próximo Reglamento Europeo de Juguetes. Esta inquietud se aplaza a una normativa específica sobre ciberseguridad que todavía no tiene fecha prevista.
Además, la OCU cree que el anunciado “Pasaporte Digital de Producto” debería incluir la trazabilidad del juguete hasta su origen y la identificación de productos similares fabricados con el mismo diseño y materiales. La OCU también ha advertido a las autoridades europeas sobre la escasa garantía de seguridad que ofrece el marcado CE, pues en muchos casos, los problemas de seguridad se hallan en falsificaciones que pasan inadvertidas.
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