Arranca en Paris el juicio por el llamado ‘crimen del profesor’: seis menores, exalumnos, en el banquillo
Con gran expectación y a puerta cerrada, ha arrancado en París el juicio contra seis menores por el crimen que acabó con la vida del profesor Samuel Paty
Un joven yihadista checheno apuñaló y decapitó al docente: seis menores que eran alumnos del centro educativo están acusados por su implicación en el crimen
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Con gran expectación y a puerta cerrada, este miércoles ha comenzado en París, Francia, el juicio contra seis menores por el llamado ‘crimen del profesor’; un caso que causó una gran conmoción en el país y en la comunidad internacional.
Todo ocurrió el 16 de octubre de 2020, cuando Samuel Paty, un profesor de Geografía e Historia de 47 años, fue asesinado a la salida del colegio Bois d'Aulne en Conflans Sainte Honorine, una comuna en los suburbios noroccidentales de París.
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El docente murió apuñalado y decapitado por un joven yihadista checheno, pero los menores, exalumnos de Paty y con edades comprendidas entonces entre los 13 y 15 años, se sientan en el banquillo por su implicación en el crimen.
Al parecer, facilitaron al asesino la identificación de Paty, al que estaba buscando específicamente para perpetrar su crimen, y además, supuestamente a cambio de dinero, le estuvieron vigilando durante un par de horas hasta señalarle.
La implicación de los menores y la motivación del crimen del profesor
Para entender los hechos y la implicación de los seis menores en este asunto, no obstante, hay que remontarse a los días previos a aquel aciago 16 de octubre en que se produjo el llamado crimen del profesor.
Fue concretamente una menor de entonces 13 años la que desencadenó una sucesión de hechos que, en última instancia, terminó de la forma más trágica. Específicamente, mintió sobre el desarrollo de una clase del profesor a la que no asistió, y que estaba dedicada a las polémicas caricaturas del profeta Mahoma que ya habían estado en el origen del ataque yihadista contra la revista satírica Charlie Hebdo en enero de 2015.
Así, dijo que en esa clase sobre libertad de expresión y sobre el significado del laicismo, el docente pidió a los alumnos musulmanes que salieran del aula mientras proyectaba las famosas caricaturas, cuando realmente lo que había propuesto es que, aquellos que se sintiesen ofendidos por esas imágenes publicadas por Charlie Hebdo, no miraran durante la proyección.
Ese relato inventado por la menor, no obstante, provocó que su padre, Brahim Chnina, --quien en diciembre de 2024 también tendrá que enfrentarse a un juicio por esta causa junto a otros siete adultos implicados --, lanzase una campaña en las redes sociales contra el profesor.
En ella, con ayuda de Abdelhakim Sefriouui, un activista islamista, reclamaba, entre otras cosas, el despido de Samuel Paty, impulsando una iniciativa que acabó llegando hasta Abdoullakh Anzorov, un refugiado checheno de 18 años, hoy identificado como el asesino del crimen del profesor.
Residente en Evreux y radicalizado, haciendo su propia interpretación de la campaña y de lo sucedido el día del crimen, se preparó y armado con cuchillos se desplazó hasta Conflans Sainte Honorine.
El asesino apuñaló y decapitó al profesor Samuel Paty
Fue a las afueras del centro educativo cuando abordó a un alumno y, prometiéndole 300 euros si le ayudaba, le pidió que identificase a Paty cuando saliera de allí.
De ese modo, el menor al que solicitó ayuda se lo contó a otros cuatro amigos, a los que propuso compartir el dinero a cambio de decirle al joven checheno quién era el profesor.
Según su versión, tenía intención de grabarlo "pidiendo perdón por la caricatura del profeta", y estos cinco menores accedieron. Describieron a Paty y vigilaron durante dos horas hasta indicarle a Anzorov quién era. Después, éste les pagó y tan solo minutos más tarde asesinó al docente a cuchilladas antes de decapitarlo.
Ahora, todos ellos están procesados por cuatro cargos y se exponen a penas de hasta dos años y medio de cárcel. El asesino, por su parte, murió abatido por la policía.
Por su parte, en un segundo juicio, ocho mayores de edad tendrán que responder también como implicados en los hechos y ante imputaciones por terrorismo.