La muerte de Mateo, el pequeño de siete años cuyo cadáver apareció junto al de su padre en la sierra navarra de Urbasa, ha dejado completamente conmocionada a la localidad de Estella. Eguzkiñe Adrián Mundín, madre del niño, denunció la desaparición de su hijo cuando el colegio la avisó de que Mateo no había acudido a clase. Su última conversación con él fue el 5 de noviembre por su cumpleaños. Dos días más tarde, el cadáver del pequeño apareció junto al cuerpo sin vida de su padre biológico.

Tres días después de recibir esta horrible y brutal noticia, Eguzkiñe Adrián Mundín ha querido agradecer el apoyo recibido por su entorno más cercano y por los vecinos de la localidad navarra de Estella a través de una carta facilitada a 'El Diario de Navarra'. Ella no ha sido la única en recordar al pequeño Mateo ya que otro amigo de la familia también ha enviado una emotiva carta en recuerdo del niño de siete años.

Recordando cómo conocieron al pequeño, este amigo de la familia destaca lo cariñoso que era Mateo y la inteligencia que tenía pese a su corta edad: "Hablaba con cualquiera, sentía curiosidad y se interesaba por cualquier cosa que le llamase la atención y preguntaba, nunca se quedaba con ganas de saber algo. Mateo, si te conocía, siempre se dirigía a ti por tu nombre y con respeto, bien para comentarte la ocurrencia más disparatada que se le estaba pasando por la cabeza en ese momento, bien para pedirte un abrazo porque, si aún no lo he dicho, Mateo era todo amor, cariño incondicional que, conservando esa inocencia que tienen los niños, siempre te ofrecía".

En la carta, el amigo de la familia también ha querido desvelar que, entre la tristeza vivida en el tanatorio, también hubo más de una sonrisa mientras los asistentes recordaban las anécdotas vividas junto al pequeño.

"Ahora de Mateo sólo nos quedan recuerdos, de su sonrisa, de sus ocurrencias... Ya nunca tendremos la oportunidad de conocer y disfrutar de un Mateo adolescente, ni adulto... Y esa circunstancia nos llena de dolor y desazón, que esperemos que el tiempo vaya amortiguando, porque olvidarte va a ser imposible y la vida nos irá rellenando el vacío que nos dejas. Como empecé este escrito, ahora estamos sumergidos en un momento de la más amarga de las sombras y oscuridad, pero tú, Mateo, cuando te recordamos, con tu sonrisa tus ocurrencias y anécdotas nos volverás a traer la luz. Adiós, amigo, gracias por todo", con estas emotivas palabras termina la desoladora carta que ha querido dedicar el amigo de la familia al pequeño Mateo.

Eguzkiñe Adrián Mundín llevaba casi tres años separada del padre de Mateo. No constaban denuncias por violencia de género, pero el hombre había intentado suicidarse en alguna ocasión. Nada más conocer que el niño había desaparecido junto a su padre, se desplegó un amplio dispositivo en la zona para encontrar a ambos.

Fue entonces cuando se encontró la furgoneta del progenitor con sus abrigos y las llaves puestas. Efectivos terrestres, perros, drones fueron involucrados en la búsqueda, que finalmente culminaría este martes 7 de noviembre. Desde el Balcón de Pilatos, hay concretamente un corte de 200 metros de caída libre, y justo allí estaban los cuerpos sin vida de padre e hijo.

Aunque la Guardia Civil sigue manejando todas las hipótesis, la investigación apunta a un posible caso de violencia vicaria, según recoge El Diario de Navarra.  Por eso, los agentes sospechan que se podría tratar de un caso de violencia vicaria, por lo que recaban testimonios de familiares y amigos para poder calificar judicialmente este caso.

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