Novedades en el caso de Álvaro Prieto, el joven de 18 años que murió electrocutado en Sevilla al subirse a un tren que tenía tensión y tocar la catenaria o el pantógrafo. El futbolista, canterano del Córdoba CF, accedió al área de talleres de la Estación de Santa Justa por un lugar que debía contar desde julio con un muro de cuatro metros, según han indicado fuentes de Adif Alta Velocidad (AV) al ‘Diario de Sevilla’.

El joven llegó desde la Avenida 28 de febrero, paralela a Kansas City, y se coló por una valla metálica que sustituye a un muro de algo más de dos metros que fue construido en 1992. Este fue demolido para sustituirlo por una pantalla de protección acústica de cuatro metros, pero la obra no estaba terminada, según el mencionado medio.

Este proyecto, que se adjudicó en diciembre de 2022 a la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Lantania y Copcisa, debía haber concluido en julio, pero se encuentra paralizada sin que esta empresa haya dado explicación.

Según las mismas fuentes, para la ejecución de la pantalla acústica “se ha colocado, previamente, un vallado metálico que se cierra con el muro en ambos extremos y, además, se ha dispuesto una malla stopper, cerrando la zona de trabajos entre los extremos del muro con la correspondiente señalización de seguridad y de peligro”.

Esta pantalla, que se ha encargado con la finalidad de mitigar el ruido de los trenes al colegio público Baltasar de Alcázar, habría evitado probablemente que el joven accediese por esta zona concreta al tren, aunque pudiese entrar por otra distinta.

Según la Policía Nacional, el 12 de octubre, Álvaro Prieto se subió "a la parte superior" del tren "trepando justo por la intersección entre los dos vagones".

Una vez en la parte superior del tren, según confirma la imagen de una cámara de seguridad de un comercio cercano -se desconoce si es la misma que la de la gasolinera-, el joven "cae fulminado al interior del hueco existente entre los dos vagones, donde quedó completamente oculto hasta que se produjo el movimiento" del tren en la mañana del lunes, cuando el convoy realizó una maniobra interna y el cadáver fue descubierto de manera sorpresiva por un cámara de televisión en una zona que iba a ser revisada ese día.