Investigan a una mujer por difundir vídeos sexuales de su expareja "con el fin de dañar su reputación" en Navarra

Una mujer de 45 años, en Navarra, está siendo investigada por difundir vídeos de contenido sexual de su expareja "con el fin de dañar su reputación". La denunciada habría accedido al móvil de su exmarido para robar las imágenes y difundirlas a través de chats y cuentas de redes sociales de familiares.

Los agentes del Grupo de Delitos Informáticos de la Policía Foral consideran que la mujer es sospechosa de un delito de descubrimiento y revelación de secretos a través de las redes sociales.

Fue la supuesta víctima y propietario de las imágenes sexuales difundidas y su nueva pareja los que denunciaron a la mujer. Han declarado que esta en ocasión de la visita que hizo el hombre a la casa de la investigada para ver a la hija que tienen en común ésta aprovechó para hacerse con su teléfono y acceder a su contenido.

Según las denuncias presentadas, la investigada se apropió de varios vídeos de naturaleza sexual en los que aparecían su exmarido con su actual pareja y los difundió entre los familiares de éstos a través de WhatsApp, "con el propósito de dañar su reputación y perjudicar el normal desarrollo de sus vidas en sus entornos de origen".

Los agentes han investigado la difusión del material denunciado y se incautaron del teléfono de la mujer denunciada para un análisis que determine el alcance de la divulgación de las imágenes a través de los distintos servicios de mensajería y redes sociales.

Penas de hasta 4 años de prisión por revelación de secreto y vulneración de la intimidad

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción N.º 1 de Estella, se encargará de determinar si la mujer puede ser acusada de cometer 'sexting' no consentido, que constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos, regulado en el artículo 197 del Código Penal. El acceso no autorizado a datos que vulneren la intimidad de otras personas se castiga con penas de prisión de hasta cuatro años y la difusión no autorizada de imágenes que menoscaben la intimidad de una persona, aun cuando hayan sido tomadas con el consentimiento de esta, se castiga con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses.

En ambos supuestos se establecen penas agravadas cuando los hechos sean cometidos por quien sea o haya sido cónyuge de la persona agraviada o haya tenido con ella una relación análoga de afectividad.

La Policía Foral aconseja hacer un uso "prudente" de las redes sociales y, para evitar ser víctima de situaciones comprometedoras en relación con el 'sexting', recomienda evaluar la conveniencia de compartir imágenes íntimas, "teniendo en cuenta que el usuario pierde el control sobre cualquier contenido difundido a través de las redes".

En las comunicaciones en que se comparta contenido explícito, se aconseja evitar mostrar imágenes del rostro o que permitan reconocer a la persona, así como proteger los dispositivos utilizados con un mínimo bloqueo de acceso y no reenviar contenidos recibidos que afecten a la intimidad de otras personas, ya que la redifusión de material lesivo también puede ser constitutivo de delito.

También se recomienda abandonar la comunicación "si la situación se vuelve incómoda o insegura" y, en cualquier caso, no aceptar exigencias para realizar conductas no deseadas. Si se produce una difusión no autorizada de contenido lesivo para la intimidad, se aconseja guardar todas las pruebas (registros de conversaciones, capturas de pantalla, etc.) y denunciar los hechos ante la Policía Foral para apertura de la correspondiente investigación.