Dylan, con tan solo dos años, ha vivido un auténtico milagro. El pequeño, que vive en Alhaurín el Grande, se precipitó desde un muro de siete metros cuando visitaba con su familia la iglesia de la Fortaleza de la Mota, situada en Alcalá la Real (Jaén). Tras la caída, quedó semiinconsciente y lo evacuaron en helicóptero hasta Granada por temor a que tuviese graves lesiones internas. “Sólo tiene el fémur de la pierna derecha roto”, ha confesado su padre Eliezer.
Lo que comenzó como una excursión en familia, acabó de la peor manera. “Subimos a la parte de arriba, la del coro. Mi mujer y los niños se colocaron y, cuando yo les iba a tomar una foto, Dylan cayó hacia atrás, de espaldas, como caen los buzos cuando se tiran al agua”, declaró Eliezer.
La familia de Dylan salió a hacer turismo por Jaén. El pequeño junto a sus padres, Eliezer y Yésica, y sus dos hermanas, de cuatro y seis años decidieron visitar la iglesia abacial de la Fortaleza de la Mota, de Alcalá la Real. Con el objetivo de inmortalizar el día, su progenitor decidió hacerles una foto pero Dylan cayó hacia atrás entre los barrotes -que tienen una separación de 22 centímetros- que dan a la parte baja de la iglesia.
“La policía, que observó las imágenes de las cámaras, me dijo que la caída había sido escalofriante, y que nunca habían visto a nadie bajar tan rápido las escaleras de caracol”, aseguró. Y es que justo cuando ocurrió el incidente, él y su mujer corrieron desesperados por ver a su hijo. “No se me va de la cabeza la voz de mi mujer, los gritos. Todavía la oigo por la noche”, recalca el padre según el ‘Diario sur’.
Cuando ambos llegaron a la planta baja, vieron a su hijo tendido en el suelo junto a una pareja. El pequeño había caído sobre una superficie de cemento y piedra, pero estaba consciente. “Yo le decía: 'Dylan, cariño, cálmate, no te muevas'. No se le veía sangre por fuera”, dijo. Al parecer, el pequeño se golpeó la mejilla con un pequeño saliente de una estructura audiovisual, le giró y le amortiguó la caída. “El médico me dijo que Dylan había vuelto a nacer”, recalca Eliezer, nacido en República Dominicana, pero que lleva 20 años viviendo en Alhaurín.
Ahora, la familia denuncia la falta de atención médica en el centro de salud del municipio y la situación económica en la que se encuentran. Los dos están en paro y no tienen los suficientes recursos para comprar la silla especial que Dylan necesita para desplazarse al Materno, donde le harán el seguimiento de su caso.