La Guardia Civil de Sevilla está buscando a un hombre, denunciado por ocho mujeres por malos tratos, tras quitarse la pulsera de control y volver a amenazar a una de sus víctimas considerada de alto riesgo en el sistema Viogen. Las autoridades aseguran que están trabajando en la detención y puesta a disposición judicial del varón. Según el Ministerio de Igualdad, ya son 47 las asesinadas a manos de sus parejas y 13 los feminicidios que han ocurrido fuera de este ámbito.
Tal y como ha explicado el ‘Diario de Sevilla’, fue una de las denunciantes la que avisó a los agentes de que había recibido amenazas de nuevo y que incluso se había quitado la pulsera que se le había colocado para verificar el cumplimiento de las órdenes de alejamiento impuestas por los procesamientos judiciales. La joven lleva ya nueve denuncias presentadas contra su ex pareja y tuvo que ser escoltada las 24 horas por un agente, durante un tiempo, debido al riesgo que corría.
La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Loles López, ha declarado que se necesita “una revisión y evaluación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género” porque “es evidente que algo está fallando”. "No se trata sólo de poner dinero, sino que hay que analizar si las medidas son o no suficientes y qué políticas están fallando", ha añadido.
Loles López ha reconocido que las administraciones "están poniendo más recursos que nunca" pero que no está siendo suficiente para parar esta lacra que ya lleva 1.231 víctimas desde 2003.
El sistema de control se basa en tres pasos. El primero, la pulsera de control. Se trata de un transmisor de radiofrecuencia que se utiliza para evitar que el agresor se acerque a menos de 500 metros de la víctima cuando hay una orden de alejamiento y que no se puede apagar. El segundo, el dispositivo de alerta en movimiento GPS que tiene la víctima.
Con él, la víctima puede saber si el denunciado se acerca al espacio de protección establecido a través del sonido que emite el receptor. La mujer puede mandar un mensaje a través del botón del pánico al centro de control, donde se verifica y se informa a los agentes de lo que ocurre para que se puedan encargar del caso.