¿Por qué no debes usar insecticida en la cocina?
El uso de insecticidas en la cocina puede provocar problemas de salud a corto y largo plazo
Se recomienda no usar insecticidas en caso de plaga y llamar a especialistas que acaben con los insectos
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Cuando se habla de utilizar insecticida en la cocina entran en juego dos aspectos que resultan contrarios. Por un lado, tanto en la cocina como en la despensa es donde se acumulan los alimentos en un hogar y, por lo tanto, son los lugares más habituales donde puede aparecer una plaga de insectos, ya que buscan materia orgánica de la que alimentarse. Para defenderse de su presencia y eliminarlos, lo más habitual es el uso de insecticidas (o plaguicidas, para abarcar más tipos de productos). Sin embargo, si se utilizan en una zona donde no solo hay alimentos, sino que además se manejan utensilios que entran en contacto con ellos, supone un peligro para la salud.
Son venenosos
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“Antes de utilizar un plaguicida (por ejemplo, un insecticida) hay que recordar que son venenos, y que pueden causar intoxicaciones tanto en personas como en animales domésticos expuestos a ellos. Mal utilizados, pueden penetrar en nuestro organismo a través de la piel, la respiración o por ingestión. La mayoría de las intoxicaciones que por estos productos se producen en el hogar, se deben a un incorrecto almacenamiento de los mismos y, sobre todo, a un mal uso”, explican en la Página de Salud Pública del Ayuntamiento de Madrid.
Entre los problemas de salud más habituales que pueden darse –generalmente a largo plazo– hay que señalar los trastornos del sueño y los repentinos dolores de cabeza. Y eso no es todo, podrían incluso aparecer trastornos mucho más graves como enfermedades neurológicas y respiratorias. Por esta razón, el uso de los insecticidas en la cocina debe desaparecer, ser residual o llevarse a cabo con sumo cuidado.
¿Es su uso necesario?
Puede darse el caso de que aparezcan insectos en la cocina y se busque una manera rápida de acabar con ellos lo antes posible. Aún en esos casos hay que tener presente algunos aspectos que recuerdan también en el portal del Ayuntamiento de Madrid.
- Los plaguicidas no sirven para cualquier insecto, es decir, no hay un producto que sea capaz de eliminar todo tipo de “bichitos”, sino que cada uno tiene su cometido. Por lo tanto, puede darse el caso de que, en ocasiones, se emplean insecticidas que no van a realizar el cometido que se desea.
- Mezclar productos no aporta una mayor eficacia y, en cambio, sí que puede afectar a la salud de los convivientes en la vivienda.
- En todo momento hay que seguir las instrucciones del fabricante y leer los posibles efectos adversos.
- Nunca deben emplearse productos que no sean “Plaguicidas de Uso Doméstico”.
Además, desde el consistorio madrileño explican que “lo más recomendable es no utilizar plaguicidas domésticos”. La razón es la siguiente: “Muchas situaciones de plaga sólo pueden ser abordadas con seguridad y eficacia por los profesionales especializados”.
Si se usa insecticida…
No obstante, se pueden dar situaciones en las que se usen plaguicidas como los insecticidas. Cuando esto suceda, habrá que tomar algunas precauciones, tales como:
- No adquirir productos con sustancias prohibidas por su toxicidad.
- No usar productos caducados.
- Seguir las instrucciones de manejo.
- No usar sin haber retirado antes los alimentos.
- Limpiar las superficies antes de que entren en contacto con los alimentos.