Crece el temor a que la desaparición el pasado 29 de agosto de Anna Marín, una joven de 21 años residente en Elche, tenga muchas similitudes con el Patricia Aguilar en 2017, captada por una secta peruana. Las primeras evidencias han confirmado que Anna voló a Perú, cortando casi totalmente las comunicaciones con su familia que ha denunciado el caso ante la Policía.
La Sección de Sectas Destructivas de la Policía Nacional ya se ha hecho cargo de la investigación, según informaba este miércoles el diario El Mundo, ante el temor de la que la joven hubiese sido captada por un grupo religioso convenciéndola para que dejara a su familia y volase hasta Lima, como pudo comprobar su familia.
Los investigadores tienen constancia de un primer viaje de Anna Marín a Perú donde es posible que la joven de Elche hubiese realizado una primera toma de contacto con los miembros de la secta. A su regreso a España, Marín habría ya preparado con detalle su marcha definitiva de España dejando a su familia y volando de nuevo a Perú con la intención de quedarse definitivamente allí con la organización que la habría captado.
No hay duda de que los casos de Anna Marín y Patricia Aguilar mantienen bastantes similitudes. La primera es que ambas son de la ciudad alicantina de Elche. También coinciden en el rango de edad, en torno a los 20 años. Otra coincidencia es el destino: Lima, la capital de Perú. Los expertos también señalan el carácter introvertido de ambas jóvenes aunque tras entrar en contacto con la secta evolucionan alejándose de sus círculos de amigos y conocidos para, una vez lejos de sus familias, mostrar distancia, falta de comunicación y mentiras.