Hay otra DANA y es peor todavía que la que acabamos de pasar. Está en el mar Jónico, desde este martes, azotando Grecia, Malta y el sur de Italia. Y las precipitaciones que está dejando en algunas zonas de Grecia son, directamente, “de otro mundo”. Así lo anunciaba hace unos días el meteorólogo Mario Picazo. Y avisaba: “algunas zonas recogerán más de 1.000 litros”.
Para que se hagan una idea de lo extraordinaria que es esa cantidad de agua, lo máximo que cayó en las inundaciones de Madrid y Toledo, el pasado fin de semana, fueron 200 litros por m2. Y ya sabemos las consecuencias: cuatro muertos, varios desaparecidos y graves daños materiales.
Ahora, estamos hablando de lluvias torrenciales que se van a prolongar hasta el jueves y que han dejado ya casi 900 litros en 24 horas, en algunas zonas de Grecia. Algunos modelos han llegado a prever hasta 2.000 litros por metro cuadrado. Samuel Biener, de Meteored, lo califica de “diluvio mediterráneo”.
Y el meteorólogo advierte de que el desastre puede ser “absoluto” porque, además, esas lluvias caerán en algunas de las zonas que acaban de ser arrasadas por las llamas, en los incendios de este verano. El suelo quemado es más propicio para generar inundaciones y corrimientos de tierra.
¿Puede tener relación lo que está ocurriendo en Grecia y la DANA en España de este fin de semana? ¿Cuál es la causa de estas lluvias inéditas?
La respuesta a la primera pregunta es sí. Las lluvias torrenciales e inundaciones en ambos países sí tienen mucho en común, aunque las de Grecia sean más graves. "Grecia está afectada por una DANA que es hermana de nuestra DANA", explica el meteorólogo de Meteored Francisco Martín. Pero la de Grecia es más potente. "Es una DANA histórica y extremadamente adversa".
Y en cuanto a la causa, el responsable de todo esto es un patrón atmosférico en concreto, que domina la situación meteorológica en Europa actualmente: un "bloqueo en Omega". Si ven este mapa, entenderán el porqué de este nombre.
"El anticiclón de bloqueo hace que las borrascas tomen dos caminos, cuando vienen del Atlántico. Por un lado está la borrasca (ex huracán Franklin) en el suroeste del anticiclón de bloqueo, y por otro, la que está afectando a Grecia", explica Martín.
Picazo habla de “un gran bloqueo Omega, con inundaciones en el oeste y este de Europa, y estabilidad y calor en el centro”. Y advierte: “Grecia podría ver precipitaciones históricas”.
Este martes por la tarde, se habían acumulado ya más de 800 litros por metro cuadrado en algunos puntos. "La estación meteorológica de Theologos, Fthiotida, ya marca un acumulado de precipitación en las últimas horas de 892 mm", constataba Marta Almarcha, meteoróloga de eltiempo.es.
“No hay sistema de drenaje ni ríos que puedan contener tal cantidad de agua”, comentaban desde 'Sky Alert Storm'. Vean estas imágenes de las riadas cerca de la ciudad de Volos.
Lo peor está en el centro del país, en la región de Tesalia: ciudades como Volos, Zagora o Portaria. Las riadas, "de absoluto récord", según eltiempo.es, han arrastrado coches hasta el Mar Egeo.
De momento, las inundaciones dejan siete muertos en Grecia, Turquía y Bulgaria, así como varios desaparecidos.
Y todo esto puede ser el preludio, además, de un 'Medicane': un huracán o ciclón tropical en el Mediterráneo (acrónimo de "mediterranean" y "hurricane" en inglés). Lo advertía Biener el martes, al referirse a las dos borrascas al este y al oeste de Europa. “Hay que vigilar la evolución de estas dos borrascas que mencionamos, ya que podrían adquirir rasgos (sub)tropicales”.
"La DANA tiene un sistema frontal, que es el que está generando esas lluvias tormentosas y persistentes en la zona de Tesalónica, pero el centro de la DANA se va a separar de ese sistema frontal, se va a aislar, y una vez que lo haga, tiene probabilidades de ser un ciclón con características tropicales en el Mediterráneo". No es algo tan raro, ya ha ocurrido más veces. "En septiembre suelen ocurrir entre uno y dos", explica Martín.
De momento, en la tarde del martes nos sorprendía con este tornado en la isla de Evia, en la costa oriental del Egeo.
La explicación a todo esto hay que buscarla - en gran parte, aunque no sólo- en un mar Mediterráneo excesivamente cálido, por las potentes y continuadas olas de calor que han azotado el hemisferio norte este verano. Olas de calor extremo muy prolongadas, que han batido récords de temperatura y han elevado mucho la temperatura, tanto en superficie como en el mar.
A estas alturas, en pleno septiembre, el agua del Mediterráneo todavía registra entre 25 y 28 grados. “26 grados es el umbral a partir del cual puede desarrollarse un Medicane”, recuerdan desde 'Severe Weather Forecast'. Hay “calor más que suficiente para apoyar el desarrollo de este huracán”, advertían este martes.
Pero "para que se forme un Medicane, no sólo hacen falta aguas cálidas", añade Martín. "Además, el viento en altura debe ser débil". Y esos dos factores se pueden dar en este caso. "Parece que la DANA se va a autoaislar y posiblemente genere vientos débiles en altura. Eso favorece su formación".
De momento, a última hora del martes todavía no se había formado. Seguía siendo "una DANA con tormentas y convección sin organizar en su centro", según Martín. Pero, de cara a este miércoles, el meteorólogo advertía: "Es posible que se forme un ciclón con características tropicales en el Mediterráneo central-oriental, con alguna posibilidad de que se forme un Medicane".