El detenido por el asesinato de una mujer en Jerez de la Frontera, ha confesado el crimen y no sería el primero. Ya cumplió 15 años de condena por hechos similares. La víctima, Buran Forouzan, estaba desmembrada en el fondo de un pozo agrícola.
La Policía ha estado dos meses investigando hasta llegar al pozo donde estaba escondido el cadáver de Buran Forouzan. Estaba desmembrado, en bolsas y oculto en el fondo bajo montones de escombros.
La huellas y el ADN confirmarán que el cadáver es el de Buran Forouzan, una iraní de 64 años que residía en Jerez de la Frontera, Cádiz, a la que se buscaba desde el 6 de julio. Desde el principio los investigadores trataron el caso como se riesgo.
El detenido, un hombre de 78 años, que en el registro de su casa ha confesado el crimen. Allí habrían encontrado el arma del crimen, un hacha.
Ambos tenía encuentros esporádicos y él fue siempre el sospechoso principal. De hecho, la Policía nunca dejó en este tiempo de seguirle la pista.
En el barrio sabían que el detenido había llegado allí después de cumplir 15 años de condena por matar a un conocido en Almería. Iba y venía a su huerto, junto al pozo donde dejó a su víctima.
La mató -ha dicho- por desavenencias económicas. El feminicidio no se ajusta en principio al supuesto de violencia de género.