Qué son las turboglorietas y cómo circular en ellas

Los accidentes en rotondas son más frecuentes de lo que pensamos. Suelen ocurrir en la zona de ceda el paso, antes de acceder o dentro de ellas, debido a una acción indebida y peligrosa de un conductor o incluso de varios.

Estas intersecciones son distintas al resto. “No rige la regla general de prioridad de paso a la derecha, pues la prioridad es de los que ya están dentro de ella, siempre que una señal o un semáforo no diga lo contrario”, tal y como explican desde la Dirección General de Tráfico (DGT).

Ahora bien, actualmente hay muchos tipos de rotondas. Además de las normales, las dobles o las conocidas como miniglorietas, están las conocidas como ‘rotondas holandesas’, que priorizan la circulación de los ciclistas y peatones sobre los automovilistas, y también las turboglorietas, las cuales se comenzaron a instaurar en los años 90 en los Países Bajos para resolver problemas de congestión circulatoria en intersecciones.

Nuevo concepto: las turboglorietas

“Las turboglorietas son un tipo de intersección con un diseño especial que da un giro de tuerca al concepto convencional de glorieta”, explican desde la DGT, quienes afirman que son más sencillas, ya que hay menos toma de decisiones. Distribuyen el tráfico desde la entrada y guía a los vehículos hasta su salida, por lo que la circulación es más ágil y aportan seguridad a los conductores que circulan en ella.

Una de las principales diferencias es que en cada carril de una rotonda ‘turbo’, “el tráfico va encauzado hacia distintas salidas, de tal forma que no es posible hacer la plaza completa por el carril exterior”, puntualizan desde el organismo dependiente del Ministerio del Interior.

Elige bien el carril y sigue las marcas viales

Antes de incorporarse a una de estas glorietas, va a ser fundamental observar la señalización para situarse sobre el carril adecuado antes de entrar y seguir las marcas viales

Por ello, antes de acceder a una rotonda ‘turbo’, es importante que tengas presente la siguiente información:

  • El carril izquierdo sirve para girar a la derecha o seguir recto, no permite dar la vuelta completa.
  • El carril interior es para seguir recto, girar a la izquierda o cambiar el sentido.
  • La línea continua prohíbe el cambio de carril y evita colisiones y accidentes al tomar la salida.

Asimismo, “al eliminar los cambios de carril en la circulación interior, se reducen los puntos de conflicto”, sentencia Carlos Suárez, ingeniero del tráfico y diseñador de las primeras turborrotondas en España.

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