La Policía Municipal de Madrid ha denunciado a un restaurante de comida china de Usera y a dos de sus trabajadores por vender medicamentos sin control, bebidas alcohólicas importadas de forma irregular desde el país asiatico o elaboradas de forma clandestina. Los agentes, en la inspección, también encontraron platos elaborados con especies exóticas que sacrificaban en el lugar sin respetar las normas sanitarias.
Los agentes llevaban tiempo investigando las denuncias recibidas por las irregularidades en el restaurante, donde sacrificaban animales que eran cocinados en el loca, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
A pesar de sus intenciones era difícil el acceso al restaurante, porque solo era posible hacerlo a través de un puerta que permanecía cerrada y que solo abrían tras llamar al timbre y ser autorizado por el portero. Finalmente, los policías lograron acceder al local el pasado viernes 21 de julio durante el horario de atención al público, hacia las 15.10 horas, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Los agentes, durante su inspección, localizaron bebidas alcohólicas de origen chino de alta graduación (entre 50 y 53 grados) sin los correspondientes precintos fiscales de importación, así como de dos garrafas de unos cinco litros cada llenas de aguardiente casero, elaborado con semillas o raíces carentes de cualquier trazabilidad.
El local, ubicado en la calle Ramón Luján, los agentes también hallaron dos cajas de grandes dimensiones que contenían 9.653 unidades de medicamentos chinos, muchos de ellos analgésicos, introducidos de forma ilícita en España. Estas medicinas fueron inmovilizadas y entregadas al Área de Control Farmacéutico y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid.
En otro almacén, la Policía Municipal de Madrid encontró hasta 188 especímenes de pepinos de mar, especie protegida a nivel internacional congeladas en bolsas de plástico y sin etiquetar; además de nueve caparazones blandos de tortugas que habían sido sacrificadas en el mismo local.
Los agentes también encontraron 530 ejemplares vivos de cangrejo americano, una especie invasora cuya comercialización está prohibida; dos tarrinas con luciopercas ya troceadas y lista para ser cocinadas, a pesar de que también está prohibida su comercialización; dos mitades de una carpa deshidratada sin etiquetado ni protección de ningún tipo y hasta una paloma doméstica que podría haber sido capturada en la vía pública, sin ningún control veterinario.
A esto se sumaban otras deficiencias higienicosanitarias graves o muy graves en la cocina, como congeladores sin control de temperatura. Además, según las mismas fuentes, todas estas especies se publicitaban en el menú del restaurante, tanto en la carta física como en sus redes sociales, aunque estaba escrita íntegramente en chino.
Ante todo este rosario de irregularidades, los agentes de la Comisaría de Medio Ambiente de la Policía Municipal abrieron diligencias contra el local y sus trabajadores por la presunta comisión de un delito contra la flora y la fauna.