El abogado del maquinista del Alvia alega que es "una víctima" y no "un responsable de la negligencia de Adif"

10 años y tres días después del trágico accidente del Alvia, que costó la vida a 80 personas e hirió a otras 140, la jueza Elena Fernández Currás ha puesto el punto y final al proceso judicial. Hoy, en la última sesión del juicio, tocaba el informe final de los abogados de los dos acusados. José Garzón, el maquinista y Andrés Cortabitarte, el exdirector de seguridad de Adif ambos tenían derecho de palabra.

El abogado del maquinista Francisco Garzón alega- en el juicio que se retomó en febrero- que su defendido “no es responsable de la negligencia de Adif”, la empresa pública cuyo director de seguridad está procesado, aunque el Fiscal le retiró la acusación, por el accidente del tren Alvia en Angrois.

Mientras fuera, víctimas y familiares se manifestaban pidiendo una sentencia justa y denunciando la postura de la fiscalía al retirar la acusación hace unas semanas del responsable de ADIF.

Las víctimas del Alvia se han concentrado este jueves en la puerta de la Ciudad de la Cultura, donde se celebra desde octubre el juicio por el accidente de Angrois, a pocos kilómetros de Santiago de Compostela, han exigido justicia y han señalado al exdirector de Seguridad en la Circulación del Adif Andrés Cortabitarte como el "mayor responsable" del descarrilamiento. El macrojuicio finaliza hoy con las conclusiones finales de las defensas de los acusados, tras varios meses -de octubre a febrero en la fase penal y de febrero a junio en la fase civil- y casi 700 intervinientes, entre testigos y peritos.

En un comunicado, la asociación Plataforma de Víctimas Alvia 04155 ha señalado que a lo largo del juicio han quedado acreditados "los incumplimientos técnicos y normativos" por parte de Cortabitarte. Afirman que los dos peritos "realmente independientes", César Mariñas y el exjefe de seguridad de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA) Christopher Carr, "dejaron claro la obligatoriedad técnica y normativa de evaluar y mitigar el riesgo en el cambio del proyecto y en la desconexión del sistema de seguridad ERTMS por los retrasos que generaba". "No se puede dejar un riesgo catastrófico en manos del maquinista, porque puede cometer un fallo", declaró Carr durante el juicio.

Además, según la plataforma de víctimas, a lo largo del proceso, "la maquinaria del Estado" trató de demorar "lo máximo posible" la vista, incluso con la "ocultación y retraso" en la entrega de documentos, además del cambio de juez por parte del Consejo General del Poder Judicial, que demoró aún más el proceso.

También han criticado la decisión de la Fiscalía de retirar la acusación contra Cortabitarte, puesto que no ha sabido trasladar, según la plataforma, "por qué antes decía una cosa y ahora otra" y la actitud "cínica" de la Abogacía del Estado, que ha generado "más dolor si cabe" a las víctimas durante el juicio. "Han tratado de confundir con engaños a los jueces y han demorado la entrega de documentos vitales hasta cuatro años después. Dijeron que eran de aplicación unas leyes y cuando se les volvía en contra decían que no", han expresado.

"Sin obviar el despiste del maquinista, que se produce en cuestión de segundos, hay mayor responsabilidad en Cortabitarte, que, como dijo el fiscal antes de su inesperado giro, no cumplió con su deber dentro del Adif de garantizar que la línea era segura y desconectó el sistema de control de velocidad, sin previamente realizar una evaluación del riesgo", ha zanjado la plataforma de víctimas en su comunicado.

El letrado califica al conductor de “víctima” y asegura que los hechos, que acabaron con 80 muertes y 145 heridos, “no son constitutivos de delito”. “La obligación de realizar una evaluación de riesgo no nació en julio de 2010, la directiva de seguridad existe desde 2004”, ha recordado. Tanto Garzón como Cortabitarte no han querido declarar en la última sesión del juicio en el que se enfrentan a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente.

"Adif ni evaluó ni gestionó el riesgo intolerable. Esta es la causa raíz del accidente. Siendo previsible el error humano de cualquier maquinista", ha señalado el abogado tras sostener que existen “sesgos” en el “relato” de Adif. Y añade que “el riesgo intolerable” fue creado por la empresa, ya que “los trabajadores no tienen que ir viendo el paisaje ni tomando referencias del mismo”. Solo deben fijarse “únicamente” en las señales de la vía e “interpretar su orden sin ambigüedad y sin tener que hacer deducciones extrañas y contra natura”, comenta sobre la tragedia que ya cumple 10 años y que las víctimas no olvidan. Pero el abogado del exdirector de seguridad destaca "la conducta anómala del maquinista" como la única razón del suceso y pide la absolución de Cortabitarte.

Señala que la operadora tendría que haber parado los trenes

El abogado de Garzón ha destacado que el conductor habló “libremente desde el mismo instante en que se produjo el siniestro” a través de una “línea coherente y real desde el principio”. Y ha explicado las condiciones que, para él, provocaron el accidente: “La falta de análisis y mitigación de estos, la falta de señalización en la curva y de protección del tren, el deficiente cuadro de velocidades máximas y la deficiente formación del maquinista”. La línea entre Ourense y Santiago estaban “en condiciones inseguras de explotación” cuando era “el deber garante” de Adif tenerlo en buen estado.

Pero también ha dirigido críticas al fiscal por “omitir que Garzón era un trabajador de Renfe con unos derechos laborales”. Alega que la normativa era “un galimatías” pero que “para sus compañeros de Valencia no lo era” cuando sucedió el accidente en esa comunidad. “La que tenía que haber parado sus trenes era la operadora, no sus trabajadores” ante “el peligro de la curva, que era un clamor”, ha resaltado.

Las víctimas en búsqueda del villano

Las víctimas "son doblemente víctimas porque han sufrido pérdidas irreparables, pero también porque han vivido un proceso que se alargaba en busca de ese villano que acompañara al juicio al maquinista". Así lo ha descrito el abogado del exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, en la intervención de su última sesión. Los afectados han tenido que agruparse en una plataforma para participar, de forma activa, en protestas y reuniones en busca de la "verdad", "justicia" y "reparación". Una presión que fue clave para que el cierre no siguiese adelante con el maquinista como único procesado.

Al retomar el juicio por el accidente, que trata de determinar las responsabilidades y la reclamación de unos 57,69 millones, las víctimas describieron la tragedia. “Una pesadilla”, “algo similar a un terremoto”, “Pensé yo: ¿Estoy viva o muerta?” son algunas de las frases que se han escuchado en la sala. Declararon un total de 15 personas. “Yo salí proyectada (...) Mi cuerpo cayó como un peso muerto y en ese momento... Yo le llamo el silencio de la muerte. Ahí es donde se van los muertos y se quedan los vivos. Rápidamente fui consciente de que estaba viva”, dijo una de las afectadas.

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