La actividad náutica durante la época estival es una locura en nuestras costas, con centenares de motos de agua, de lanchas motoras y de embarcaciones fondeadas. La vigilancia de dichos actos recreativos, a veces muy peligrosos para los bañistas y para la propia navegación, es imprescindible. De ello se encarga el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
En el patrullaje con la Guardia Civil por el sur de Gran Canaria, encontramos dos motos de agua sin nadie a los mandos. Observamos también cómo uno de los dos ocupantes de otra moto acuática no lleva el chaleco salvavidas, que es obligatorio. Y descubrimos una tercera infracción en una lancha con 13 buceadores, uno más de los permitidos para la embarcación.
Cada día, hasta el próximo 15 de septiembre, se realizan este tipo de controles en toda la costa española para garantizar una convivencia segura entre quienes disfrutan de estas actividades en los meses de verano.