Una tortuga boba ha anidado en la playa de Nueva Andalucía, en Marbella, teniendo como único testigo a un paseante que descubrió al animal cuando ponía 69 huevos. Por otra parte, a finales del año pasado, descubrieron en el Pirineo los restos de la mayor tortuga marina de Europa, de 3,7 metros.
Ahora buscan 200 voluntarios para vigilar las 24 horas del día a este ejemplar y a los que nazcan de su camada. Se trata de una enorme tortuga marina, de una especie en extinción que sólo anida en la costa mediterránea oriental y que acaba de mudarse a la localidad malagueña.
Cada vez es más habitual debido al aumento de temperatura del mar. El periodo de atención y cuidados se prolongará hasta finales de agosto, cuando se realizará la suelta para que las tortugas refugiadas estrenen su nuevo hogar.