Desde Sevilla hasta Andújar, pasando por Écija, Córdoba y Montoro. Es el conocido triángulo del calor, el abrasador valle del Guadalquivir, lo que muchos llaman la sartén de España, el lugar donde es posible freír un huevo al sol cuando se disparan las temperaturas. Justo como sucede ahora, cuando estamos inmersos en la segunda ola de calor del verano, que amenaza con máximas de 45 grados.
Es en esta zona específica de España donde se suelen dar los récords de temperaturas máximas durante el verano y especialmente cuando llega la canícula, el período tradicionalmente más cálido del año, que va del 15 de julio al 15 de agosto y en el que estamos a punto de entrar.
La fama de 'infernal' del valle del Guadalquivir es bien merecida. Los registros históricos de la red principal de la Agencia Estatal de Meteorología no dejan lugar a dudas. Allí se han registrado doce de las catorce temperaturas más altas medidas nunca en nuestro país. Incluida la máxima absoluta, los 47,6 grados centígrados confirmados en el municipio de La Rambla, en la provincia de Córdoba.
Es llamativo que nueve de las máximas históricas se han registrado en la última década. "Pero también es lógico, consecuencia del cambio climático. Las temperaturas están subiendo en todo el planeta y por tanto las posibilidades de batir récords son mayores", dice a NIUS Juan de Dios del Pino, delegado y portavoz de la AEMET en Andalucía, Ceuta y Melilla.
"Cuando el clima está alterado, que es lo que pasa ahora, lo normal es que se batan más récords que antes. Yo pongo a veces el ejemplo de que es como si tiráramos al aire una moneda 30 veces, que son los días que tiene un mes, si la moneda no está trucada, lo normal es que salgan más o menos el mismo número de caras y cruces, pero si está trucada se va a inclinar siempre hacia uno de los lados. Eso pasa con el clima, si no estuviera alterado las temperaturas permanecerían en torno a la media, pero como lo está, cada vez hay más días con temperaturas por encima de lo normal. Y el truco del clima se llama cambio climático", arguye el físico y meteorólogo andaluz.
Cada verano se repiten las noticias sobre las ciudades o localidades que registran las temperaturas más elevadas en el país, y es inusual que no aparezcan entre ellas algunas de las situadas en el valle del Guadalquivir. Normalmente Córdoba, Sevilla o Écija y en los últimos años Montoro o Andújar. Pero, ¿Por qué hace tanto calor en estas localidades?
"Hay varios factores", apunta el climatólogo Jorge Olcina. "Por un lado está la propia configuración topográfica. El valle del Guadalquivir es una zona baja, rodeada de montañas, donde el aire queda estancado". Esta área queda encajonada entre los sistemas montañosos de Sierra Morena al norte, y las Sierras Subbéticas al sur, "El aire queda confinado entre las laderas, y al no poder salir de ahí se recalienta más", apunta el experto. "Además, es también una zona muy próxima al norte de África, es el primer pasillo de entrada hacia Europa del aire sahariano, origen de las altas temperaturas", destaca.
"Generalmente allí donde hay zonas de hondonadas, valles -normalmente valles fluviales, como es también el Ebro en Zaragoza, o como es el Segura en Murcia- se se estanca el aire cálido en situaciones de anticiclón como la que tenemos cuando hay una ola de calor y eso hace que se mantengan las temperaturas muy altas durante muchas horas", añade Olcina.
Pero si esta es la zona que registra las máximas más altas habitualmente, el climatólogo alerta sobre otra parte del país donde el problema son las altísimas temperaturas mínimas. "Esto ocurre en el litoral mediterráneo español. Entre Almería y la zona de Valencia es donde más número de noches tropicales tenemos en España, y esto se debe a que tienen enfrente un mar Mediterráneo cada vez más cálido. Las noches tropicales en ese sector se han multiplicado por cuatro o por cinco. Hemos pasado de tener 15 o 20 noches tropicales en los años 80. A ahora no bajar de las 80 noches tropicales. Es lo que se conoce como falta de confort térmico, que también es preocupante", destaca.
Durante muchos años se dijo que Écija era la sartén de Andalucía. Y aunque es cierto que en esta ciudad, situada entre Córdoba y Sevilla, a orillas del río Genil (afluente del Guadalquivir) se han superado los 46º C en más de una ocasión, en estos momentos son otras localidades las que presentan registros más altos.
"La zona más caliente del valle del Guadalquivir es la zona que va entre Montoro y Andújar. Ese es el área más tórrida", asegura Del Pino. "La razón es que a Écija, Sevilla o incluso Córdoba puede llegar la brisa de las tardes que se genera en el Atlántico. Ese aire marítimo a veces sube por la costa y atraviesa el valle del Guadalquivir hasta estas ciudades, empujado por las brisas, pero también atraído por una baja de origen térmico que se suele formar en torno a Albacete. Son dos fuerzas, una y la otra, que hacen que esa brisa que se tenía que quedar restringida a la costa suba río arriba, aliviando ligeramente el calor", dice el experto.
"Es muy frecuente que a Sevilla, por las tardes, llegue un aire del suroeste de intensidad entre flojo y moderado que hace que dejen de subir las temperaturas. Pero ese viento puede llegar a la capital andaluza, puede llegar excepcionalmente a Córdoba, pero no a Andújar y Montoro, porque ya es mucho recorrido el que tendría que hacer. De ahí que estos dos municipios, al no verse e influenciados por estos vientos del suroeste que suben por el valle del Guadalquivir, sean donde se registran las temperaturas más elevadas".
A nivel global, el lunes y martes de la semana pasada se registraron los días más cálidos en el planeta. En España, el calor más intenso de las últimas horas ha afectado al sureste de Andalucía, alcanzándose los 30 grados a las 05:00 de la madrugada del martes en Almería, Murcia, la provincia de Zaragoza y como no, al valle del Guadalquivir. La pregunta recurrente es qué les espera a los dos millones de ciudadanos que viven en el triángulo del calor ¿Podrán superarse las máximas históricas en esta nueva ola de calor o en las que aún quedan por llegar este verano?
"En el contexto actual de cambio climático, cualquier registro de temperatura o lluvia puede rebasarse en cualquier momento", advierte Olcina. "Nuestro clima en España tiende claramente a ser más extremo. Y eso supone que los records de temperatura se rebasen, si no este año en los siguientes", avanza el climatólogo.
"Es difícil saber si en lo que resta de verano vamos a ver un episodio todavía más intenso de calor", apunta José Miguel Viña, meteorólogo de Meteored. "En principio, el verano se está empezando a comportar como parecía que iba a hacerlo. Íbamos a tener un periodo estival con temperaturas por encima de lo normal y lo estamos teniendo. La predicción también marcaba un verano más húmedo de lo normal y así está siendo, con la presencia de tormentas en muchos puntos del país", indica el especialista.
"Es pronto para saber si en agosto o a finales de este mes puede haber otro episodio de calor u otra ola de calor más intensa que esta, pero es probable, ya que nos vamos acercando a la canícula, que es donde habitualmente se alcanzan las temperaturas más altas del verano. Esto no es una regla fija, pero sí es una referencia. Entonces, si ocurriera otra ola de calor en ese periodo, pues no se podría descartar que incluso se alcanzaran temperaturas algo más altas que las que vamos a registrar en esta segunda ola, que ya son muy altas", detalla.
Le llama la atención a Viña cómo hemos ido normalizando las cada vez más elevadas temperaturas que sufre nuestro país. "Hace años, el día que se alcanzaban los 40º C ya era un acontecimiento, era algo extraordinario. Era como la barrera psicológica del calor extremo en España. Y ahora esa barrera ya está en los 45º C, que es lo que tuvimos ayer, que hemos tenido hoy y que seguramente tendremos mañana. Por lo tanto, viendo cómo va el verano y que llegan la época más cálida, yo no descartaría una nueva ola de calor con máximas superiores a las que estamos teniendo", concluye el meteorólogo.