La Guardia Civil ha realizado una macro operación contra el tráfico ilegal internacional de armas. El país ha colaborado con la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) de Reino Unido, Europol y policías de otros ocho países que ha dejado más de 760 armas incautadas y 80 personas detenidas. La actuación policial comenzó en 2019 cuando agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil y la NCA británica detectaron a varios delincuentes que obtenían armas ilegales en el mercado europeo, incluido el español. Se han realizado registros en los países de Reino Unido, Holanda, Portugal, Suecia, Italia, Suiza, Grecia, Bélgica y Rumanía.
Con la operación llamada Diana-Vizardlike se ha investigado el método por el que personas de diferentes países de la Unión Europea obtenían las armas ilegales. Identidades ficticias, direcciones falsas o medios virtuales de pago clonados eran las tácticas utilizadas por los sospechosos. Un tema que preocupa bastante a países como Reino Unido donde más del 40% de las armas de fuego implicadas en hechos delictivos son de este tipo. En los registros también se ha incautado munición, precursores químicos susceptibles de ser utilizados como explosivos, detonadores, silenciadores o maquinaria para manipular y transformar las armas.
Desde que hace tres años se detectaron estas prácticas ilegales, el Servicio de Información de la Guardia Civil ha realizado un seguimiento de casi 2.000 ventas de armas a ciudadanos extranjeros. Una vez detectadas las compras sospechosas, se comunicaba a Europol y a las autoridades de los países donde residían los compradores ilegales. En estos años de investigación se han ejecutado más de 20 órdenes europeas y comisiones rogatorias internacionales con 540 intercambios de información a nivel internacional.
En octubre de 2019 se detuvo en Londres a un hombre de 31 años a quien le intervinieron varias armas de fuego modificadas. En abril de 2020, se le confiscó a un varón de 59 años granadas de mano militares y químicas que tuvieron que ser desactivadas por los expertos del Ejército Británico. En mayo de 2021 también se le incautó 26 armas de fuego, explosivos, munición y placas policiales falsas a una persona de 32 años, así lo especifica la Guardia Civil.
Las armas de fuego se adquirían a través de Internet en establecimientos y plataformas online autorizadas como armas de alarma o señales, conocidas como detonadoras o de fogueo. Después eran manipuladas para convertirlas en armas letales con capacidad de efectuar fuego real y disparar munición con proyectil que acababan en delincuentes muy peligrosos. Muchos de ellos tenían un historial delictivo por pertenecer al crimen organizado, tráfico de drogas, robos con violencia, bandas juveniles, grupos de extrema derecha o agresiones sexuales.