La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva vuelve a verse salpicada por una cuestión ajena a la ceremonia del próximo 8 de julio. Estos días trascendió que un grupo de ladrones robó las joyas que iban a usar los novios para jurar su compromiso cuando eran trasladadas por carretera en Madrid. Sin embargo, ahora se ha sabido que no eran de la pareja, sino de algunos de los invitados al evento nupcial que tendrá lugar en el Palacio de El Ricón.
El robo se produjo estos últimos días en plena A-6, una de las seis autovías radiales de España. Al parecer, la escena fue de película, según han apuntado varios informes y el periodista Nacho Abad. En los hechos se pudo emplear un arma de fuego para intimidar. El encargado de desmentir que las joyas eran de los novios fue el propio Íñigo Onieva, que aseguró recientemente que tanto él como Tamara Falcó se encuentran "perfectamente y sin ningún tipo de estrés".
El empresario madrileño aseguró que, por suerte, las joyas no eran suyas -ni de él ni de la aristócrata-. Y es que los objetos robados estarían valorados en más de dos millones de euros. "Será de otra pareja que, desafortunadamente por ellos, les ha pasado eso. Nosotros no somos", ha precisado Onieva ante los medios. Las autoridades, eso sí, mantienen abierta una investigación y continúan realizando pesquisas.
A pesar de que no son de los novios, hay temor por no poder recuperar las joyas, aunque poco a poco se conocen más detalles. Según recoge 'ABC', la Guardia Civil ha encontrado un vehículo que encaja con las características del coche empleado por ladrones en el robo. El servicio de criminalística analiza todas las pistas recabadas. Al parecer, se trataría de un Renault Laguna. Las autoridades han solicitado colaboración a la Dirección General de Tráfico (DGT) y se están revisando las cámaras de vigilancia de la capital.