Aire sahariano, calor y mucho bosque, el cóctel que impide a Canadá acabar con los incendios catastróficos
Son ya más de 400 focos abiertos a la vez en Canadá y más de la mitad, 239, están fuera de control
Las esperanzas están en que cambien las condiciones meteorológicas, que llueva o que cambie el viento
Mayo ha sido, a nivel mundial, el segundo mes más cálido registrado, con Canadá en su epicentro: ya van 4 millones de hectáreas quemadas este año en ese país
"Los días son oscuros, muy nublados. Tengo amigos en Québec que tienen irritación en los ojos, la gente a vuelto a ponerse la mascarilla. Son días densos, el aire es pesado, nos duele la cabeza, tenemos la garganta seca, tos. El olor a humo es un locura. Tenemos miedo", es el día a día de lo que están viviendo los canadienses.
Tras un invierno con menos nevadas de lo habitual y una primavera excepcionalmente cálida y seca, gran parte de la superficie de Canadá se ha convertido en un caldo de cultivo para los incendios. Canadá arde y como consecuencia Estados Unidos se asfixia. El martes Nueva York sufrió la peor calidad de aire de cualquier área metropolitana importante, tanto que le quitó el puesto a la capital de la India, Nueva Delhi. Se alcanzaron valores “muy poco saludables”.
MÁS
Las cifras asustan. Más de 400 (414) focos abiertos a la vez y más de la mitad (239) están fuera de control. En total son más de 20.000 canadienses evacuados en todo el país, mientras los bomberos luchan por contener las llamas que ya han quemado casi cuatro millones de hectáreas, 15 veces más que el promedio de la última década. El año pasado ardieron 28.000 hectáreas. Las provincias de Alberta (oeste), Nueva Escocia (este), Vancouver o Quebec, no hay tregua.
"Con el personal de que disponemos actualmente, podemos cubrir unos 40 incendios al mismo tiempo", ha declarado el Primer Ministro de Quebec, François Legault, una de las zonas más afectadas con más de 160 focos activos que han impactado sobre su infraestructura crítica (carreteras, líneas eléctricas) y ha obligado a evacuar a más de 10.000 personas y está previsto evacuar a otra 4.000 más. "Tenemos que centrarnos en las zonas más urgentes", ha asegurado.
"La crisis climática está ocurriendo aquí y ahora"
Llevan días soportando el inferno de las llamas. Ni todos los bomberos desplazados a Canadá consiguen hacerles frente. “Realmente me hace comprender que la crisis climática está ocurriendo aquí y ahora”, ha señalado Caroline Brouillette, directora ejecutiva de Climate Action Network Canada. ¿Qué está pasando? ¿Por qué está costando tanto sofocar los incendios de Canadá?
Son muchas las razones. "Las condiciones del tiempo que se están registrando en esa parte de Canadá, ola de calor en mayo con 33 grados, en toda la mitad oeste de Canadá es de tiempo estable, soleado, con temperaturas por encima de lo normal. Está llegándoles una masa de aire tropical a toda esa parte de Norteamérica, y en esas condiciones resulta complicado poder perimetrar y poder sofocar un incendio", explica Jorge Olcina, Geógrafo de la Universidad de Alicante .
Además, recuerda que esta zona -en el entorno de las Montañas Rocosas- es una de las áreas con mayores índices de vegetación boreal y por tanto es una zona altamente arbolada de difícil control.
Coincide con él Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, que añade que para controlar estos incendios la solución es "que cambien las condiciones meteorológicas, que llueva, que cambie el viento o que el fuego llegue a una zona de lagos". "Si no, los equipos de bomberos no pueden hacer mucho, por más que todos los países estén enviando equipos de emergencias (EE:UU., Francia y ahora España), el 50% de Canadá son bosques".
Incendios de sexta generación
Estos incendios son denominados incendios de 5.ª o 6.ª generación. Porque, aclara Olcina, se aúna el factor nuevo, que es la llegada de aire sahariano en momentos del año que no suele ser tan habitual. "Y eso genera unas condiciones en las que el fuego, tiene dinámica propia. Son difíciles de controlar".
Y lo peor es que esto solo va a ir a peor, dicen los expertos. En lo que va de año se ha calcinado unas 15 veces más que en la última década. "Está siendo una tendencia en muchas partes del mundo, en el hemisferio norte, en las zonas tropicales también, pero muy especialmente en la zona de Norteamérica o de Eurasia estos incendios que ocurren cada vez de forma más temprana, en meses de mayo o junio, y que se encuentran con una masa boscosa muy densa, con aires cálidos en toda la columna atmosférica que los hacen difícilmente controlables".
El responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, recuerda que el año pasado ya vivimos esto en España con más de 150.000 hectáreas quemadas con el verano más cálido desde que hay registros. "Con esto quiero decir, que estamos ante situaciones recurrentes y extremas: sequias, olas de calor, inundaciones, tifones, lluvias torrenciales. Esta ha sido la primavera más seca y cálida de la historia. Son situaciones anómalas que ante negligencias, o tormentas eléctricas, se convierten en incendios incontrolables".
Lo extremo ya es lo normal
Olcina asegura que esta es la nueva realidad. "Llevamos ya años batiendo récords de hectáreas quemadas, de conatos de incendio en todo el hemisferio norte y es una tónica a la que nos vamos a tener que acostumbrar en este contexto de calentamiento".
Lo recalca Soto, que asevera que "en los años 90 se llamaban los incendios del futuro y los expertos decían como iban a ser. El futuro ya está aquí. Es el presente. Todo pasa por aceptar que el problema real es el cambio climático. Y los expertos están advirtiendo para que esta situación no vaya a peor. Incendios ha habido siempre, lo que vemos ahora son extremos, pero extremos que ya se están convirtiendo en lo normal".