A pesar de que hoy en día todos son conscientes de los peligros que puede enfrentar uno al volante si no se tienen en cuenta las normas básicas de seguridad vial, aún hay personas que no temen a las multas y parecen lo ser conscientes del daño que pueden sufrir tanto ellos mismos como otros conductores. Así conducía un hombre detenido ayer en Valdemoro: con el móvil en la mano, borracho, sin carné, sin seguro y sin ITV. La Guardia Civil y la Policía Local le detuvieron cuando circulaba por la calle Neptuno de la localidad y fue puesto a disposición judicial.
El detenido casi duplicaba la tasa de alcoholemia, poniendo en peligro la vida de los demás conductores como es el caso de un hombre en Cartagena que triplicaba la tasa de alcoholemia y conducía en sentido contrario por la autovía.
La Guardia Civil y la Policía Local de Valdemoro, han detenido este martes por la noche a un hombre cuando este conducía por la calle Neptuno de su localidad. Los agentes le dieron el alto al ver que conducía mientras usaba el teléfono móvil, práctica temeraria que puede provocar accidentes al desviar la atención de la carretera. En ese momento, las autoridades, que pudieron identificarle, descubrieron que el individuo carecía de permiso de conducir, pues nunca lo había obtenido, así como de seguro y de ITV. Por si fuera poco, el conductor fue sometido a una prueba de alcoholemia en la que arrojó un resultado de 0.39 mg/L, casi duplicando la tasa permitida de 0.25 mg/L. Con todo, la Policía Local de Valdemoro instruyó un atestado por delito contra la seguridad vial y fue puesto a disposición judicial para la celebración de un juicio rápido, tal y como confirma el Jefe de la Policía Local Alberto Albacete.
En 2022, un joven de 20 años de edad, estampó su coche contra un edificio en la calle Santiago de la localidad navarra de Elizondo. El conductor incumplía prácticamente todos los preceptos básicos: cuadruplicaba la tasa máxima de alcohol permitida, carecía de carné de conducir y su coche no tenía ni la ITV en regla, ni el seguro. Finalmente el conductor acabó estampando su coche contra el local de una aseguradora, cuyo escaparate quedó totalmente destrozado, y provocó daños a otros vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones.