Justo una semana después del impactante rescate de un hombre en El Prat de Llobregat en situación de síndrome de Diógenes extremo, ahora ha sido en Estepona, Málaga, donde se ha tenido que socorrer a un menor de 14 años que vivía entre montañas de basura en su vivienda, donde residía con su padre, su abuela y más de una veintena de perros a los que apenas sacaban a la calle.

Fue una vecina la que alertó a las autoridades de la situación, provocando con ello que se movilizase a los Servicios Sociales y a la Fiscalía de Menores, que ordenaron la investigación del caso a la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Según ha adelantado el diario Sur, el menor llevaba años malviviendo en el inmueble, que llevaba mucho tiempo sin suministro de agua ni luz. Las bolsas de desperdicios, apiladas, llegaban a superar el metro de altura en algunos lugares de la vivienda y el menor, en estas circunstancias, se las apañaba para dormir en la encimera de un mueble en el que había hecho su improvisado lecho.

Era en ese rincón donde intentaba conciliar el sueño, apañándoselas para alimentarse como podía, según precisa el medio malagueño, que indica que asistía al instituto poco aseado, dada su situación.

A las montañas de basura acumuladas en el domicilio se suma la insalubridad provocada por las condiciones en que tenían también a más de una veintena de perros, algunos con enfermedades y graves infecciones. No solían sacarlos a la calle, y eso hacía que la suciedad se acumulase todavía más por el inmueble.

Según señala EFE, el menor explicó que fue de un día para otro cuando su progenitor empezó a subir a casa bolsas de basura que se encontraba en la calle. Los agentes creen que el adolescente ha estado al menos cinco años viviendo en estas condiciones de precariedad e insalubridad extrema, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha detectado el caso.

De acuerdo a la información precisada por Sur, los servicios sociales habían intentado contactar con la familia y visitaron la vivienda, pero nadie les abría la puerta y habían dado al padre un plazo para normalizar la situación, lo que no ocurrió.

Fue tras recibir el primer informe cuando la Fiscalía solicitó al Servicio de Protección de Menores que decretara el desamparo provisional del adolescente, que ha ingresado en un centro donde se recupera ahora de lo vivido en todo este tiempo.

Por su parte, el padre del menor ha sido detenido por un presunto delito contra los deberes inherentes a la patria potestad y por un delito de maltrato animal, mientras que la abuela no llegó a ser detenida, aunque aparece en las diligencias en calidad de investigada.

En el marco de la operación para rescatar al menor, los servicios operativos han limpiado la vivienda, de la que han sacado una grandísima cantidad de basura. Al mismo tiempo, han sacado a los perros para que sean atendidos en el parque zoosanitario.