Mientras en Torremolinos continúa el luto por el crimen machista en el que un hombre asestó 16 puñaladas a su pareja, también en Málaga, agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local han salvado la vida de una mujer de 87 años después de que varios agentes sorprendiesen a su propio hijo cuando intentaba matarla asfixiándola con sus dos manos sobre su cuello.

Como se ha conocido ahora, todo tuvo lugar a las 9:15 horas del pasado domingo 14 de mayo, en la calle José Ortega Luque, en la que justamente están ubicadas las dependencias del GIP. Allí, los policías locales atendieron una llamada en la que se comunicaba que se oían fuertes voces con insultos por parte de un hombre y gritos de una mujer, sin saber precisar con exactitud la vivienda de la que trascendían.

De ese modo, los agentes comenzaron a investigar en las inmediaciones, dirigiéndose con rapidez hasta el bloque en cuestión, donde permanecieron en silencio para intentar averiguar la procedencia de esos gritos.

Tal como explica la Policía Local en un comunicado, ante ello, a pesar de no escuchar nada en varios minutos, los agentes permanecieron en el lugar a la vez que hacían gestiones para descubrir el inmueble en el que se producían los hechos denunciados, pudiendo oír en un momento dado cómo de una de las viviendas de la primera planta trascendían gritos en los que un individuo insultaba a una mujer.

Concretamente, pudieron escuchar con claridad como el varón decía: “Ya me voy de aquí”, a la vez que abría la puerta, volviéndose y dejándola abierta sin llegar a percatarse de la presencia de los agentes, al tiempo que gritaba: "Pero antes te voy a matar".

En esos instantes, con rapidez, los agentes del GIP se dirigieron a la vivienda, observando en ese momento desde la puerta que el individuo tenía a la mujer, –su madre octogenaria–, agarrada fuertemente por el cuello con las dos manos y zarandeándola, con clara intención de asfixiarla.

Ante este escenario, y dada la gravedad de la situación, con la vida de la mujer en peligro, fue una pareja de policías locales la que entró rápidamente en el domicilio, siendo necesario el uso de la fuerza para separar al agresor de la víctima, para lo que contaron con el apoyo de otros dos compañeros, siendo finalmente reducido y evitando de ese modo que pudiera acabar con su vida, culminando un matricidio.

“Me quería matar. Me quería matar. Me habéis salvado”, expresó la octogenaria a los agentes cuando pudo articular palabra. Se encontraba muy nerviosa, asustada, sollozando y con dificultades para respirar, por lo que los policías locales la asistieron, intentando calmarla al tiempo en que solicitaban asistencia sanitaria.

Durante la intervención, los agentes también localizaron el monedero abierto de la víctima en el salón, comprobando que el individuo estaba en posesión del DNI de la misma, ya que, al parecer, se encontraba como autorizado en su cuenta bancaria, aprovechando ese hecho para sacar todo el dinero que podía en los primeros días de cada mes, sin el consentimiento de ella.