Los alergólogos, 'descolocados' por una primavera con récord de nuevos alérgicos: "Está siendo caótica"
El calor extremo y adelantado provocó unas "polinizaciones terribles" de olivo a finales de abril: suele florecer en la segunda quincena de mayo
Juan José Zapata, alergólogo: “Ha sido demoledor. En apenas semana y media, polinizaron todos los olivos a la vez”
La alergia no sólo depende de la genética, también de las condiciones del entorno: "El ambiente cada vez es más hostil"
Cuando hablamos de cambio climático, no solemos hablar de alergias, pero puede que, desde ahora, tengamos que hacerlo. Porque los alergólogos llaman la atención sobre el aumento de personas alérgicas, como consecuencia de primaveras cada vez más cálidas, adelantadas e impredecibles.
“La época de alergias se está haciendo más impredecible”, advierte Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). “Antes, todos los pacientes sabían más o menos lo que iba a pasar, pero llevamos unos años, y sobre todo este, en que no hay forma de advertirles de qué va a pasar más allá de pocos días, porque de un día para otro cambian las condiciones”.
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Confiesa que la primavera de este año, que lleva camino de convertirse en la más seca desde que hay registros, tiene locos a los alergólogos. “Es un año que nos descoloca completamente. Está siendo muy extraño. Primero se retrasó el ciprés casi un mes, ahora se ha adelantado el olivo…”.
El calor adelanta el olivo: polinizaciones "terribles" a finales de abril
Los alergólogos alertan del importante aumento de pacientes que han debutado esta primavera, a edades en que no es habitual iniciar una alergia, y además de forma abrupta: ha habido picos en urgencias de casos con dificultad respiratoria o asma. Personas que acudían con síntomas que nunca habían tenido porque, sencillamente, no eran alérgicos.
Zapata explica por qué está ocurriendo esto. Los motivos son muchos, pero en todos ellos, parece estar detrás el cambio climático. Sería otra de sus derivadas. “No tenga la menor duda”, afirma el alergólogo cuando le preguntamos sobre esto. “Las plantas dependen de la radicación solar, de la temperatura y de la cantidad de agua que tienen”, recuerda. Y explica que, cuando cambian estas circunstancias, las plantas también. Cambia la polinización y cambian las alergias.
En los picos de alergia de este año, “la causa fundamental es el aumento de temperatura, y que ha sido un calor muy adelantado”. Explica Zapata que “el que nos ha dado más problemas es el polen del olivo, que suele florecer en la segunda quincena de mayo, hacia junio, y este año ha empezado a polinizar en abril. Se han alcanzado los picos más altos a finales de abril (coincidiendo con esa ola de calor extremo). Y además, ha tenido la misma frecuencia e intensidad en toda España. A finales de abril y principios de mayo se han producido unas polinizaciones terribles”.
Asegura el alergólogo que, en esos días, ha detectado unos niveles de concentración de pólenes que él no había visto jamás, desde que empezó a contabilizarlos en 2010. ¿Por qué?
Calor, sequedad, contaminación, estrés hídrico...
Las causas de todo esto son varias:
- Calor adelantado y extremo
El primer factor, por tanto, es el calor. “Han subido las temperaturas muy pronto, y todo el polen ha polinizado de una vez”, asegura Zapata. Lo ocurrido a finales de abril “ha sido tan bestial que todos los árboles se han puesto a polinizar juntos, antes de que les tocara. Sobre todo el olivo, que es el que nos está dando mucho tormento”.
- Ambiente muy seco
A esto se une la sequedad del ambiente. La sequía. No llueve en condiciones desde hace muchos meses ya, y eso también tiene consecuencias en las alergias. “Hay una sequedad terrible. Se crea un magma de polen que va moviéndose con el viento de una zona a otra, y de región en región. Al no llover nada, el polen recircula: el de un día se suma al del otro, y al del otro… No hay condiciones climáticas que hagan un fenómeno de aclaramiento”. Es decir, que limpien el aire.
- Contaminación
A ese calor adelantado y ambiente seco súmenle además la contaminación, que lo empeora todo. Porque "irrita las mucosas y es más fácil que el polen te agreda". Y no sólo por eso. "Las partículas diésel son capaces de hacer que los pólenes lleguen mejor a las mucosas: se hacen más alergénicos".
- Estrés hídrico
Otra de las causas de este aumento en las alergias es el estrés hídrico. Ante la falta crónica de agua, “los árboles producen alergénicos más potentes, como defensa de esa situación estresante”, explica Zapata. Es decir, los pólenes aumentan su concentración y se hacen más alergénicos. Lo que sale de esos árboles es un polen más reconcentrado, más potente.
A todos estos factores, Zapata añade uno más. El hecho de que, este año, se hayan registrado “muchos procesos catarrales justo al entrar la primavera, y eso también irrita las mucosas”. Cuando se produce la polinización, “el polen llega a una mucosa que ya está irritada, en muchas personas”.
"La tormenta perfecta", y pendientes de las gramíneas
“Es una tormenta perfecta”, zanja el alergólogo, con respecto a esta primavera. “Todo el polen ha salido a la vez y, además, es más alergénico”. Reconoce que no contaban con ello. “Esperábamos una primavera moderada, sobre todo con las gramíneas, pero es que no son ellas las que están produciendo este fenómeno, ¡es el olivo!”, insiste. “Ha sido demoledor. En apenas semana y media, polinizaron todos los olivos a la vez”.
¿Y qué pasa con las gramíneas? Ahora es la época en que deberían estar dando más problemas. Pero Zapata explica que “están polinizando a un ritmo normal, por el estrés hídrico tan importante que hay. Si no tienen agua, tienen muy difícil polinizar”.
Ahora vienen lluvias, hasta finales de mes, así que la situación puede cambiar. “No sería rara una segunda polinización de la gramínea”, como consecuencia de ello. Y explica por qué. “Las hierbas son muy sensibles al agua y son de crecimiento muy rápido. Si cae una buena lluvia, se pueden recuperar, pueden rebrotar”.
Personas mayores que empiezan con alergia: ¿por qué?
A la espera de ver cómo se cierra esta primavera, que califica de “caótica”, médicos de urgencias y alergólogos advierten de que es “llamativo” lo que está ocurriendo en los últimos años: todas esas personas que se hacen alérgicas en edades cada vez más avanzadas.
El vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Pascual Piñera, corrobora este aumento significativo y explica que el perfil del debutante es de un paciente de edad media, entre 25 a 50 años, que presenta dificultad respiratoria y asma bronquial. Pero, por primera vez, están viendo en consulta pacientes de 70 y 80 años que debutan con procesos alérgicos, "algo que antes parecía imposible".
“El ambiente está facilitando que cada vez tengamos más alérgicos que debutan de mayores, y muchas veces de forma brusca. Yo tengo pacientes que esta primavera han empezado directamente con asma. Han pasado de no tener nada a asma”, explica Zapata.
Asegura que, hace algunas décadas, cuando empezó como alergólogo, “era imposible ver a una persona de más de 65 años en una consulta de alergias (por ácaros o pólenes, no por alergia alimentaria). Y es cada vez más apreciable la cantidad de personas por encima de 65 años con polinosis y que empiezan con sintomatología”.
Algo que explica, dice, la epigenética. “Ahora sabemos que hay genes que no se expresarían si no fuera por las condiciones exteriores”. Y eso está ocurriendo también con las alergias, que tienen un componente genético, hereditario. “Yo tengo una condición genética que se hereda, pero lo que hace que se exprese o no es el ambiente, depende del entorno. Si el ambiente es más alergénico, desde el punto de vista epigenético, mi genética debuta con cosas que de otra forma no deberían aparecer”, explica Zapata.
Y el ambiente es más alergénico por lo que hemos explicado antes: más calor, más sequedad, más estrés hídrico…
Primaveras que desaparecen: "un ambiente cada vez más hostil"
¿Todos esos pacientes nuevos que han debutado esta primavera ya serán alérgicos, año tras año? “Algunos sí, pero otros no, dependerá de cómo sea la estación”, advierte Zapata.
“Si es una primavera suave, o una meseta con pocos picos, puede que a muchos les pase desapercibida. Los que tienen una tolerancia alta al polen debutan en estos picos tan altos porque hay tal cantidad de polen que los descoloca. pero con concentraciones más bajas, pueden no tener ningún síntoma”.
Es decir, que “un asmático severo hoy puede ser un asmático leve la temporada que viene. Sus síntomas van a depender de la cantidad de polen que haya”. El problema es que el panorama de las próximas primaveras no pinta muy bien. El cambio climático está alargando los veranos. El calor se adelanta y se alarga cada vez más. Se come, literalmente, a la primavera y al otoño.
“El ambiente cada vez es más hostil, las primaveras prácticamente están desapareciendo”, advierte Zapata. Y esto, como estamos viendo, irá cambiando también el panorama de alergias.