La ciudad de Motril, en la costa de Granada, despedía aún en medio de la consternación a Manolo y Encarni. Su historia ha conmocionado a toda España. Encarni fallecía después de un accidente de tráfico el pasado sábado por la noche tras salirse de la vía el vehículo en el que viajaba en la localidad granadina de Villamena.
Al volante iba su marido que, unas 12 horas después, se quitaba la vida en su piso de Playa Granada. La alcaldesa, Luisa García Chamorro ponía voz a la consternación de la ciudad por "el fallecimiento tan repentino" y "trágico de esta joven pareja", que deja dos niñas de once y doce años.
Y esa es la gran pregunta: cómo es posible que Manolo tomara esa drástica decisión. La familia ha confirmado en declaraciones a El Español, una de las claves, que ya se intuía al saber que Manolo iba al volante del che e intentó reanimar a su mujer en el lugar de la tragedia sin lograrlo: se sentía culpable. Y esa culpa es la que le hizo no ver una salida. La familia recuerda que les comentó su intención de regresar a la casa familiar para recoger ropa para sus hijas. Allí tomaría su terrible decisión.
El matrimonio llevaba más de 20 años juntos y eran muy conocidos en Motril. Una historia de amor de las de verdad, "mejor que las de las telenovelas". Sus redes sociales demuestran una pareja siempre junta compartiendo hobbies, cenas y viajes. Encarni era una joven motrileña de una familia muy conocida y "querida" en tanto su madre tiene un comercio muy popular en el centro de Motril. Manolo, tras hacer las prácticas en Salobreña, comenzó a trabajar en el departamento de Tráfico de Málaga, ciudad a la que iba y volvía cada día para compaginar su vida laboral con la personal. "Ha sido un palo para la familia" y "una trágica noticia para la ciudad" en tanto eran "dos jóvenes con toda la vida por delante", según ha dejado claro la alcaldesa.