Las autoridades judiciales investigan a los padres de una bebé de apenas 13 meses que la madrugada de este martes ingresó en el Hospital Río Hortega de Valladolid y dio positivo en consumo de cocaína y cannabis. Los progenitores de la pequeña, que permanece ingresada en dicho centro sanitario, fueron detenidos al percatarse los médicos de los mencionados resultados.
Los padres de la niña, de 23 y 25 años, pasaron a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos, a la espera de juicio. Al parecer, según explicó la madre, ella procedió a trasladar a la bebé hasta el centro hospitalario porque esta se encontraba mal.
Una vez en el centro, se realizaron los análisis de sangre que desvelaron la ingesta de las dos sustancias, por lo que los sanitarios dieron la voz de alarma y la progenitora quedó detenida en ese momento. Acto seguido, se hizo lo propio con el padre en la finca de la pareja, ubicada en Zaratán.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha declinado entrar en detalles dado que se trata de una menor, pero en cualquier caso se ha felicitado de que "los protocolos se cumplen, funcionan" y ha apuntado que la pequeña se encuentra ya bajo la tutela de la Junta de Castilla y León.
Se desconoce si la ingesta de drogas fue accidental o si la niña las llegó a consumir. Tampoco si las sustancias estaban en casa o si los padres lo hicieron adrede. Ambos arrestados están acusados de los delitos de lesiones por imprudencia y abandono de familia. Quedaron en libertad provisional, a la espera de juicio (podrian enfrentarse a tres años de prisión) y se les impuso una orden de alejamiento de su hija. Mientras, se sigue investigando para esclarecer el suceso.