El Día Mundial de la libertad de Prensa, Reporteros sin Fronteras, ha publicado la lista que recoge los países que peor tratan a los profesionales de la información, periodistas que cada día se enfrentan a la censura y la represión. Arabia Saudí, China, Rusia, Irán y Afganistán encabezan la lista de los países donde el ejercicio del periodismo es un riesgo.
Las condiciones para el ejercicio del periodismo son adversas en 7 de cada 10 países y satisfactorias sólo en 3 de cada 10, según la clasificación de Reporteros sin Fronteras (RSF). La situación es "muy grave" en 31 países; "difícil", en 42 y "problemática", en 55, mientras que es "buena" o "bastante buena" en 52 países entre los 180 analizados.
Noruega por séptimo año consecutivo, es el país donde en mejores condiciones se ejerce el periodismo, seguido por Irlanda, Dinamarca y Países Bajos. En el extremo opuesto, China (179º), la mayor cárcel de periodistas del mundo se sitúa en el penúltimo lugar de la lista, además de ser uno de los principales exportadores de contenidos propagandísticos; Corea del Norte (180º). Irán , en el 177º, por la intensa represión del movimiento social desencadenado por la muerte de la joven Mahsa Amini que lo ha ubicado entre los países con los peores resultados en los indicadores de "contexto social" y "marco jurídico" para ejercer el periodismo. Rusia por su parte cae al puesto 164º y desciende otros nueve puestos en la Clasificación de 2023.
Europa es la región del mundo con las condiciones más favorables para ejercer el periodismo, específicamente en países de la Unión Europea. La situación, sin embargo, es desigual. Alemania, que se ubica en el puesto 21º, cae cinco escalones al registrar un número récord de incidentes violentos y detenciones de periodistas ; Polonia (57º), donde el año 2022 fue relativamente tranquilo en materia de libertad de prensa, sube nueve puestos, mientras que Francia (24º) avanza dos. Grecia se mantiene en la última posición (107º), al ser el país de la UE, donde los periodistas han sido vigilados por los servicios secretos a través de potentes programas de espionaje.