Claudia González Álvarez se suicidó con 20 años el pasado fin de semana tras dejar un carta denunciando haber sido víctima de acoso escolar. Sus amigos, la recuerda hoy rotos de dolor. “Siempre tenía una palabra o gesto bonito con nosotros”. Su madre, en el sepelio, lamentó que “le cortaran las alas y señaló, como lo hizo Claudia, a sus acosadores.
“¡Qué guapa estás!” o “Sabes que estoy a tu lado si me necesitas” son frases que Claudia les repetía a sus amigos una y otra vez. Tal vez trataba de hacerles sentir lo que ha ella le faltó durante los años de bullying en el instituto.
Sus amigos aseguran que era una buena persona. “Siempre tenía una palabra o gesto bonito con nosotros”.
A Valeria un día que estaba triste le llevó chocolatinas. Otro día la llevó a la sierra para que su perro, que no conocía la nieve, jugará en las montañas, cuentan sus amigos en declaraciones recogidas por el diario El Comercio. A su amigo Pablo le esperaba a la salida del trabajo para pasear hasta 'La Lloca' y a Javier le escuchaba hablar sobre informática y videojuegos. “Tuve la sensación alguna vez de que no sabía de qué le estaba hablando”, dice ahora riendo.
La madre de Claudia González Álvarez le ha dedicó una emotiva carta en la ceremonia multitudinaria. “Lástima que le cortaran las alas y le anularan su autoestima y autoconfianza", dijo.
"Lástima que en su corta edad, cuando su personalidad se estaba formando, un grupo de gente malintencionada, que por supuesto no se encuentran dentro de todo este maravilloso y cariñoso grupo que estáis aquí acompañándola, le cortara las alas para seguir siendo ella misma, y le anularan por completo su autestima y su autoconfianza. Y la hicieran sentirse inferior para siempre. Algo que no le dejó disfrutar de lo maravillosa que era, y no le permitió convertirse en la espectacular mujer que podría haber sido, tanto por sus aptitudes como por sus sentimientos".