Muchas veces por dejadez, aunque otras por falta de dinero y de tiempo, no sustituimos la pérdida de piezas dentales que tenemos en nuestra boca, con lo que dejamos a la vista del resto un hueco entre nuestros dientes. La salud bucodental, a veces, es la gran olvidada. El presidente de la Sociedad Española de Implantes, el doctor José López López, por qué es tan importante sustituir los dientes o muelas que se nos caen. Los hábitos son vitales a la hora de cuidar la dentadura. Y los alimentos también ayudan a tenerlos más blancos.
"Los dientes son órganos complejos y duraderos, se unen a la mandíbula y al maxilar mediante el ligamento periodontal, que está en íntima unión con el hueso alveolar. Desde siempre, el ser humano ha padecido dos enfermedades, no las únicas, de manera prioritaria en la boca: la caries y la enfermedad periodontal, principales responsables de esa pérdida dental, junto con los traumatismos", matiza el también profesor de Medicina Oral de la Universidad de Barcelona y director facultativo del Hospital Odontológico Universidad de Barcelona.
La primera, la caries, explica que afecta a la estructura del diente, ocasionando la destrucción del mismo, algo que condicionará dolor, infección local o extensa, y desencadenando finalmente la pérdida del mismo, generalmente por extracción.
La segunda, la enfermedad periodontal, señala que afecta a las estructuras de soporte del diente (ligamento periodontal y hueso alveolar), ocasionando una destrucción, progresiva de las mismas y desencadenando la pérdida del diente, bien por movilidad excesiva, o por infecciones repetidas que obliguen a su extracción.
"Si bien los seres humanos pueden perder dientes por otros motivos, entre ellos los traumatismos, las dos enfermedades consideradas, que afectan entre el 95-100% (de los dientes permanente) en los adultos de más de 65 años en cuanto a la caries; y en un 29.2% presentan bolsas periodontales son, sin duda, las dos causas más importantes del edentulismo parcial o total (10% en la cohorte de más de 65 años) que afecta a la población española", precisa el presidente de la Sociedad Española de Implantes.
El también codirector de estudios de postergado en Medicina, Cirugía e Implantología Oral de la UB remarca así que, si bien la pérdida de uno o de pocos dientes puede representar escasos problemas en la edad adulta, debido a que la oclusión ya está estabilizada, en el caso de los niños esta situación sí puede representar un problema.
"En los adultos alguna ausencia dental, siempre que no sea estratégica (estética o funcionalmente), puede tener casi nula repercusión desde el punto de vista masticatorio. Por el contrario, en los niños y en los jóvenes, la pérdida de cualquier diente siempre puede representar un problema para la erupción y la posterior colocación de manera correcta en la arcada", advierte este especialista.
La pérdida de dientes, si no se reponen, puede ocasionar entre otros efectos:
El presidente de la Sociedad Española de Implantes remarca que hay dos maneras para sustituir los dientes que se han perdido por alguna razón. Son:
1. Prótesis removibles, que el paciente se la pone y se la quita: Si faltan pocos dientes, los remanentes pueden servir de soporte para estas prótesis de manera adecuada, pero tienen como principal inconveniente que pueden desajustarse con el tiempo y que a la larga pueden comprometer la estructura de los dientes sanos; si hay pocos dientes remanentes o se está desdentado al completo, suelen ser prótesis poco estables, en especial las mandibulares; en estos casos también pueden colocarse implantes que ayuden a retener las prótesis.
2. Prótesis fijas, donde estas se encuentran 'unidas' a los dientes o a los implantes colocados previamente, y el paciente no puede quitársela; en el caso de las retenidas por dientes, estos deben ser modificados para que las puedan soportar, lo que puede disminuir su supervivencia a medio-largo plazo; en el caso de los implantes, se requiere poder colocarlos (implantarlos) primero en el hueso remanente.