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Necesitaban 185.000 dólares (184.635 euros) para salvar la vida de Ian, un niño de 12 años con un corazón que no aguanta más y, gracias a una financiación colectiva, lo han conseguido.
Los médicos que llevan tratando a Ian desde que nació le han dado seis meses de vida, y su familia se ha estado moviendo por las redes sociales, apelando al boca oreja y a la solidaridad de todos con el fin de conseguir remover conciencias, solidaridad y esperanza.
El dinero, reunido a través de un crowfunding, es lo que costaría la intervención que creen que puede arreglar su corazón. Una cirugía que llevan a cabo en el Children's Hospital de Boston, referencia a nivel mundial en cardiopatías congénitas. Y eso es lo que tiene Ian, una extraña cardiopatía congénita que le detectaron al nacer.
Su primera intervención fue cuando apenas pesaba 2 kilos y tenía cuatro días. En el Hospital La Paz de Madrid le sometieron a una cirugía a corazón abierto que le salvó entonces, pero que no pudo solucionar del todo su dolencia.
Desde entonces el niño ha pasado por varias intervenciones que le han permitido vivir y crecer con aparente normalidad, aunque siempre con precauciones. Ian no puede jugar al fútbol y otros deportes propios de su edad, pero no se queja.
Sus padres le describen como un niño cariñoso, divertido, al que le gusta jugar con su perrita Ginger y con su hermana pequeña. Un niño que pese a todo lo que está pasando no pierde la sonrisa. Aún ahora, que el tiempo se acaba.
Desesperados por conseguir el dinero su familia hipotecó todo su patrimonio para hacer frente a los gastos, pero viendo que no llegaban se lanzaron a pedir ayuda con esta campaña que ha corrido como la espuma:
Y ha surtiendo efecto, la petición ,que se está gestionando a través de migranodearena.org, va bastante bien.
La respuesta solidaria ha sido tan rápida que ya pueden hacer frente a los gastos del hospital, aunque toda ayuda viene bien y no se descarta que quien quiera siga donando, para los gastos derivados del traslado. Aún así la familia está feliz.
"Nunca jamás hemos recibido tantas llamadas, tantos WhatsApp, ni tantos emails", cuenta abrumada Esther, la madre de Ian en Instagram.
En tan solo 3 días se ha alcanzado el presupuesto necesario para la intervención, y fuentes cercanas a la familia cuentan que están "sin palabras". El corazón de su hijo quizá pueda salvarse por el corazón de tantos voluntarios que han querido ayudarles sin ni siquiera conocerles.