Los primeros documentos que conocemos sobre el cáncer datan del 1.600 a.C. Esa es la fecha en la que se datan varios papiros donde se describía esta enfermedad a la que ya entonces no se encontraba cura. Pero hay quien dice que si no hay referencias anteriores es porque debido a la escasa expectativa de vida de las civilizaciones era una enfermedad rara. Y en cierto modo, lo sigue siendo.
Sea como fuere, lo cierto es que los estudios sobre el cáncer son tantos que es difícil cuantificarlos. Basta escribir la palabra maldita en cualquier buscador académico y en segundos aparecen miles de artículos al respecto.
Es tanto lo que se está investigando, descubriendo y avanzando que casi todos los expertos coinciden será cuestión de años que se acabe convirtiendo en una enfermedad crónica y, que al igual que ocurre con el VIH, se pueda combatir con farmacología.
Pero ese exceso de estudios es también en cierta manera frustrante. ¿Cómo poner orden a tanto? ¿Quién lo puede controlar?.
"El gran reto es poner en común toda esa información que no debería ser propiedad de nadie. La información que aportan los pacientes en los sistemas de salud, los estudios, los avances. Con los sistemas de gestión de información que tenemos hoy en día, si consiguiéramos ponerlo todo en común probablemente sería uno de los grandes avances. Es mucha más la información que la eficacia en el uso de esa información", explica el oncólogo del Hospital San Juan de Dios de Córdoba y todo un referente en el cáncer de mama, el doctor Juan de la Haba.
Porque desde que se conoce el cáncer se ha avanzado mucho, muchísimo. Cada poco se conocen medicamentos efectivos contra determinados tumores, investigaciones que apuntan incluso a vacunas, tratamientos con buenos resultados . Y toda esa información es el mejor arma para acabar o reducir su letalidad.
Claro que todo lleva su tiempo y sus problemas. No se puede empezar directamente con estudios en humanos, y la observación en animales no siempre es tan aclaratoria como quisiéramos.
Por eso, el doctor De la Haba confirma que aunque "en laboratorio se ha acabado con el cáncer en animales en varias ocasiones", eso no indica que luego se pueda trasladar a estudios clínicos con humanos: "Empezamos a investigar en modelos animales a través de la observación. Pero tenemos que ser conscientes de que hay una distancia muy importante, la longevidad de un ratón por ejemplo, no es la de un humano. Los tumores que se desarrollan en animales que viven en poco tiempo, no se parecen a los de los humanos que estamos viendo que se suelen desarrollar en torno a los 55 años. Hay que ser prudentes. Existen modelos que han resultado perfectos y que han permitido la remisión completa de la enfermedad pero que luego cuando se ha trasladado a humanos ya no han demostrado tener esa capacidad de curación. El nivel animal sirve para buscar relaciones de causalidad pero para nada supone que lo que hemos encontrado luego tenga un efecto en humanos".
Pregunta: Lo primero para acabar con el cáncer es entender qué es
Respuesta: Con el cáncer estamos convencidos de que no es una enfermedad es un acumulo de enfermedades raras. El conocimiento de la genómica nos lleva a saber, por ejemplo, que no es que haya dos tipos de cáncer de mama, sino que ya estamos por once tipos de cáncer de mama. Las determinaciones moleculares que conocemos ahora serán mucho más dentro de unos años lo que nos permitirá identificar muchos tipos de cáncer de pulmón y cada uno de ellos va a tener su tratamiento.
P. De acuerdo con la AECC cáncer es un término muy amplio que abarca más de 200 tipos de enfermedades y cada uno de estos tipos de enfermedades puede tener características completamente diferentes
R. El camino es entender eso que el cáncer no es una única enfermedad. Hasta ahora hemos tenido la clasificación más sencilla del cáncer, lo hemos clasificado teniendo en cuenta su ubicación anatómica (pulmón, mama etc) pero esta es una forma de catalogarlo demasiado sencilla y probablemente vamos a acabar con otra que estará determinada por el estudio de sus alteraciones genéticas.
P. Alteraciones que te pueden predisponer
R. Ya sabemos que hay una mutación genética, cómo puede ser el BRCA, que determina una mayor frecuencia de cáncer de ovario, y esa determinación también hace que aparezca el cáncer en la mama, y se están viendo que tiene que ver con el de próstata, con la aparición de cáncer de páncreas... Esa determinación genética, por ejemplo, nos hace pensar que la enfermedad no es la ubicación anatómica sino la propia mutación del gen.
P. ¿Mutaciones que tienen un origen hereditario?
R. Aún no sabemos qué provocan esas mutaciones, a veces creemos que son hereditarias, pero otras pueden ser agentes químicos, agentes físicos, el propio envejecimiento que hace que nuestro material genético se dañe o se altere, hay muchas causas de porque mutan esas células.
P. En su opinión, ¿hay una causa raíz?
R. Yo creo que la principal causa del cáncer es el envejecimiento. Hay otras causas, pero el envejecimiento de las células es importante.
Las estimaciones muestran que el cáncer será la principal causa de muerte en los próximos años con un aumento de 21,6 m. Y la única manera de rebatir tan triste pronóstico es buscando cómo mitigar sus efectos.
"Con el tiempo vamos a conseguir que esta enfermedad influya en el concepto de salud actual que tenemos, enfermedades por las que no morimos pero que nos permiten hacer una vida relativamente normal en todos los ámbitos, a pesar de tener que seguir con tratamientos quizá de manera crónica. Ese es un nuevo concepto de la salud establecido por la Organización Mundial de la Salud y yo creo que con el cáncer lo vamos a conseguir.
P. Se refiere que llegará un momento en que será crónico, como ocurre con el VIH
R. Si, ya está pasando con algunos tipos. Al igual que vemos con otras enfermedades (sida) que antes significaban una muerte segura, y hoy en día no tiene por qué.
P. ¿Cuándo se da por curado un cáncer?
R. No hay un tiempo establecido. Es simplemente un sistema de probabilidades, a medida que va pasando el tiempo la probabilidad de que esa persona caiga de nuevo es más pequeña y a medida que va pasando más pues mucho más. Es una probabilidad de no volver a caer, pero no una certeza.
P. Y de ahí la importancia de seguir buscando cuanto antes la manera de que las células cancerosas dejen de multiplicarse y diseminarse por todo el organismo sin control. Para ganar tiempo. Si todos los científicos del mundo se pusieran de acuerdo, sería más fácil
R. Ya lo vimos con la COVID-19, juntos se puede. Fue una emergencia mundial que nos hizo aunar esfuerzos porque la humanidad estaba en peligro.
Esta año se calcula que morirán solo en Europa, 1,26 millones por cáncer (702.214 hombres y 559.776 mujeres). Unos datos que pese a lo dramáticos que resultan, por todo lo que implican, son esperanzadores ya que indican también una caída de decesos del 6 % en hombres y del 4 % en mujeres entre 2017 y 2022 (en las tasas totales de mortalidad por cáncer en la UE).
Muertes que se han evitado por los avances logrados y que quizá si se lograra aunar esfuerzos, como pide la Declaración Mundial para la Investigación del Cáncer, serían todavía menos.