El asesino del campo de tiro de Barcelona amenazó a sus dos rehenes con una pistola y un revólver
Roger, el presunto asesino del encargado de un campo de tiro en Canovelles, Barcelona, amenazó a dos mujeres para huir en su coche a Murcia
Amenazó con una pistola y un revólver a dos veinteañeras a las que raptó y obligó a conducir toda la noche tras 573 kilómetros de terror
Así fue la huida a Murcia del asesino del campo de tiro: 570 kilómetros de terror tras confesar el crimen a sus rehenes
Roger, el joven de 20 años detenido en Murcia como presunto autor de los disparos que acabaron con la vida del encargado de un campo de tiro en Canovelles, Barcelona, emprendió su huida en coche tras obligar a dos mujeres a llevarle en su vehículo mientras las amenazaba con un revólver y una pistola.
El ya conocido como ‘asesino del campo de tiro de Barcelona’ las tomó como rehenes en un servicio de autolavado de Pedralbes, donde se desplazó tras recorrer unos 30 kilómetros. Las dos veinteañeras viajaban en un coche y Roger aprovechó para secuestrarlas y, a punta de pistola, instarles a llevarle a Murcia.
MÁS
La huida del asesino del campo de tiro de Barcelona: 573 kilómetros de terror
Fueron 573 kilómetros de terror. Condujeron toda la noche amenazadas de muerte y fue en ese trayecto en el que Roger les confesó que había matado a un hombre, acrecentando todavía más el pánico que sentían.
La pesadilla solo acabó para ellas cuando llegaron al centro de Murcia. Fue allí donde el joven las liberó, posibilitando que ellas alertasen rápidamente a la Policía. Gracias a ello, las autoridades le detuvieron cuando estaba a punto de coger un tren para continuar con su fuga. Fue ese el fin a 12 horas de violencia y secuestros.
Roger presuntamente disparó en cinco ocasiones contra el encargado del campo de tiro
Roger, que estuvo muy poco tiempo en el Ejército de Tierra y se dio de baja voluntaria, según ha confirmado el Ministerio de Defensa, presuntamente acabó con la vida del encargado del campo de tiro de Canovelles a última hora de la tarde del sábado 8 de abril.
Fue, según los testigos, cuando tras pedirle un cambio de armas, de repente disparó una y otra vez al empleado. Apretó el gatillo hasta en cinco ocasiones en las instalaciones del campo de tiro, en el que llevaba muy poco tiempo apuntado, según los vecinos de la localidad barcelonesa, donde vivía.
Cuando llegaron los equipos de emergencia hasta el lugar, todo intento por reanimar a la víctima fue en vano; no pudieron hacer nada por salvarle.
Tras matarlo, comenzó su precipitada huida, con rapto incluido, hasta ser detenido durante la mañana del domingo 9 de abril.
Tras su arresto, al parecer Roger no se ha mostrado nada colaborador. El porqué de su crimen aún es un misterio.