Una de las huchas solidarias que guardaban el dinero de la recaudación conseguida para el niño de Maracena, Adrián, con una enfermedad ultra rara, ha sido robado en bar de la localidad granadina.
Al parecer y según destaca el Ideal unos 150 comercios de la localidad se habían adherido a la causa para recaudar dinero para Adrián colocando huchas en todos los establecimientos y así fuesen recogiendo dinero para ayudar al menor.
Después de mes y medio de recaudación todos los locales participantes debían de entregar el dinero a Jennifer y Javier, los padres del menor, pero faltaba una de las huchas.
El lugar donde faltaba una hucha era el de una cafetería que tras el visionado de las cámaras de seguridad pudieron comprobar cómo alguien la había sustraído en un descuido del personal. En las imágenes grabadas se aprecia cómo entra a la cafetería un hombre con gorra junto con un niño con patinete, el niño es quien se acerca a la hucha y se la lleva.
La dueña del local espera que la persona que ha robado la hucha la devuelva o denunciará los hechos a la Policía Local.
El dinero recaudado con la solidaridad de los vecinos de Adrián va destinado a paliar el coste de los tratamientos que el niño necesita. El menor sufre una enfermedad ultra rara llamada distrofia neuroaxional infantil, con una esperanza de vida de unos 10 años, pero la esperanza de la familia está puesta en un ensayo clínico de terapia genética.
El alto coste del tratamiento, unos siete millones de euros, ha hecho a la familia de Adrián buscar financiación por cualquiera de las vías para poder ver a su hijo crecer. Por el momento la Asociación Indacure Spain ha conseguido más de 300.000 euros.
En su cuenta de Instagram, @adrianst18, y en la web de INADcure hay toda la información necesaria para aquellos que quieran informarse y colaborar económicamente.
Los padres de Adrián no van a parar de luchar para que el pequeño tenga una oportunidad. "No vamos a parar, llegaremos donde haga falta", aseguran. El pequeño ya no puede sostener la cabeza y tiene dificultad para tragar. A pesar de ello, no ha perdido es la sonrisa ni un solo día. Por ello, sus padres no piensan dejar de luchar para que Adrián siga manteniendo su sonrisa.